domingo, 19 de agosto de 2018

Las lumbretas



Andad de día que la noche es mía
La Genti de muerti

También tenemos en Aragón nuestra Santa Compaña al estilo de la gallega o de la Guestia asturiana o la Genti de Muerti Extremeña.
A este fenómeno, existente en todas las culturas “de tradición” (como dice el bueno de Jesús Callejo) en nuestro territorio se le conoce como Las Lumbretas.

Mal presagio...

El cortejo fúnebre de las lumbretas ha sido visto desde hace muchos años en los más inhóspitos parajes aragoneses especialmente en las noches de difuntos pero si hay un lugar donde es muy fácil el poder verlas, 
es en el pueblo abandonado de Clamosa, uno de los despoblados más bellos e inquietantes a su 
vez de Aragón.
Se dice que una fila de sombras espectrales recorren esta población bajando por el margen 
del rio Cinca con faroles y cirios encendidos pasando por las aldeas y descampados de la
 zona durante toda la noche.
No hacen nada, no se dirigen nunca hacia el testigo pero se sabe que es de muy mal presagio para quién la ve.
Es presagio de muerte.
Las lumbretas recorren los caminos altoaragoneses y se cree que mientras vayan por los bosqes y cementerios, poco hay que temer con tal de no verlos, pero ay... 
Ay, si se detienen en alguna de las casas de alguna de las localidades por donde pasan.
Alguién de la casa enfermará irremediablemente y es bien seguro, que en la próxima procesión de lumbretas... ese pobre desgraciado formará parte del cortejo.

Despoblado de Clamosa




domingo, 12 de agosto de 2018

San Frontonio y la cabeza que subió el rio

Uno de los mártires aragoneses más desconocidos y con una de las leyendas más interesantes 
es San Frontonio.

San Frontonio en la puerta de Santa María en Épila

Si años atrás, San Lamberto tras ser decapitado, tomó su cabeza del suelo y salió andando con ella bajo el brazo, San Frontonio, San Félix y Santa Régula no quisieron ser menos y milagros relacionados con sus cabezas también realizaron. 
Estos dos últimos recién decapitados, tomaron sus cabezas y fueron a lavarlas a una balsa cerca de la denominda "Fuente de los tres caños", para morir a los pocos segundos de haberla lavado.

Homenaje a los Santos en la Fuente de los tres chorros

La cabeza de San Frontonio en cambio al ser decapitada y su lanzada al rio, remontó los cursos tanto del Ebro como el del Jalón y llegando a Épila, allí fue recogida por el sacerdote y guardada en 
una urna de plata.

Fernando Mora, enólogo de la localidad, ha dedicado uno de sus vinos al Santo decapitado


domingo, 5 de agosto de 2018

La Muerte en Rocafort



La muerte es otro de los entes con “vida” y personalidad propias que aparecen en nuestro misterioso legendario.
En la despoblada aldea de Rocafort, perteneciente a San Esteban de la Litera, La Muerte campaba a sus anchas.
Y no hablamos de la esencia de vida. No.
Nos referimos a La Muerte.
Al ente portador de la guadaña que viene a segar nuestras vidas para arrastrarnos al inframundo.

La misma muerte

La aldea de Rocafort está deshabitada desde medio siglo. Las pocas casas que tiene, que son ocho, están todas alineadas con los ventanales hacia el Sur.
La disposición de las casas es la siguiente porque de ese modo podían atrapar la luz solar más fácilmente pues en Rocafort, no llegó la luz eléctrica.
Ye se contaban leyendas de la aldea desde el año 1920, año en el cual llegaron a censarse 63 habitantes.
Se dice que la aldea no fue deshabitada por una epidemia, ni por la construcción de un pantano, ni por ningún tipo de plaga ni por ninguna de las otras razones digamos clásicas por las que se abandona un pueblo.
Rocafort fue abandonada por una maldición.

Las ocho casas de la aldea de Rocafort

Alguien, ya no se recuerda exactamente la historia, lanzó una terrible maldición contra la aldea y al día siguiente, la charca se secó.
La charca que abastecía tanto a la aldea como a las de alrededor de peces bien gordos.
Una charca grande, llena de vida. Se secó en veinticuatro horas.
Tan solo dos días después de este hecho, se dice que por las noches, se oías pasar un carro por la calle central del pueblo.
Un carro que era conducido por la mismísima Muerte.
La gente cogió tanto miedo que abandonó el pueblo.
Rocafort quedó abandonada y maldita hasta nuestros días, cuando aún se cree que fenómenos extraños ocurren en sus abandonadas calles.
Casos extraños como el de las confinas luces que de vez en cuando pueden llegar a vislumbrarse en el interior de la ya ruinosa y llamada “Casa Pepet” o los misteriosos lamentos que se cuenta, salen por las noches del interior de la ya tristemente profanada iglesia de San Miguel.

Casa Pepet...

...e interior de la iglesia de San Miguel
 La última aparición de La Muerte en la aldea le ocurrión a un campesino. Al úiltimo morador de la aldea, el vigilante del pueblo.
Em el año 1979, aterrorizado este,,, abandonó el pueblo. Dejando tras de sí tan solo la leyenda del pueblo maldito y un montón de ruinas desvenciajdas.