domingo, 23 de octubre de 2016

Mariano, el bruxon-ferrero de Fornillos de Ilche



El bruxon Ferrero de Fornillos tenía la misma maña para controlar el poder del fuego como para poder controlar el poder del mismísimo diaple.
En una ocasión, Mariano el bruxon se dispuso a realizar uno de los hechizos por los que los bruxones han sido más admirados.
Había algunos bruxones, los más poderosos entre todos ellos eran capaces de hacer aparece monedas de oro.
Una nocheél bruxon Ferrero se hizo acompañar de un ayudante. De un testigo más bien y ante sus ojos, delante de sus narices, empezaron a llover del cielo monedas de oro. Una lluva incesante de monedas de oro.

Lluvia de oro según Tiziano

El testigo que estaba con el bruxon, ante tal prodigio pronunció una exclamación. Estaba comp`letamente admirado y es que, tan embelesado estaba con el hecho que pronunció un nombre sagrado.
Dijo: - “¡ Ay Dios !”
Y en ese mismo momento desde cielo cayó un rayo por allí cerca acompañado de un impresionante trueno y de ese mismo cielo, cesó la lluvia de oro para ser sustituida por una mucho más intensa de sapos y culebras.
Por encargo de algún envidioso, el herrero bruxon llegó a amatar a las caballerías. A mulas y bueyes de vecinos. Y además gustaba de hacerlo cuando las pobres bestias se encontraban tirando del yugo.
Los animales morían allí mismo, en medio del surco que ellos mismos habían trazado segundos antes. Caían fulminados como por un rayo invisible.

Iglesia de San Miguel en Fornillos de Ilche

Se dice que una tarde un vecino de La Almunia de San Chuan trataba de dar la vuelta al Cinca, pues no había puente construido y el único modo de atravesar el rio era hacerlo con una barca.
Cuando el hombre llegó al paso, la barca no se encontraba allí.
El que sí que se encontraba en el lugar el herrero brujo de Fornillos.
Dirigiéndose al caminante, el bruxon le dijo:
-“Se te ha escapado el barquero, ¿ eh ?”
El caminante fastidiado le confesó al herrero que sí. Que ahora sí que no sabía cómo podría hacer para llegar a tiempo a su casa, pues su mujer le estaba esperando en la misma con unas visitas bastante importantes.
El bruxon le dijo que iba a ayudarle. Se sentía magnánimo aquella tarde.
Cogió al sorprendido transeúnte, lo situó en la misma orilla del rio mirando hacia su pueblo y le dijo que cerrara los ojos y confiara en el poder del bruxon.
Le dijo:
-“Atento a mis palabras y no abras los ojos. Si te crees lo que te va a suceder. Si crees en mi poder, vas a llagar a tu casa en abrir y cerrar de ojos”
El hombre no dijo nada. Tan solo contuvo la respiración un tanto asustado.
En ese mismo momento el bruxon le dio al hombre una patada en el trasero y al momento, en ese mismo instante, el hombre apareció en su pueblo. En La Almunia de San Juan. En su propia era.
El asustado hombre hizo en lo que se dice un abrir y cerrar de ojos, en apenas unos segundos un vieja de kilómetros de distancia.

Orilla del Cinca donde se cree tuvo lugar el suceso

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