domingo, 21 de mayo de 2017

Las misteriosas posesiones demoníacas el Valle de Tena



Corría el siglo XVII en el valle de Tena.
Un misterioso suceso conmovió la comarca. El poder de la brujería y del diaple vencía a las fuerzas del bien y era capaz de penetrar incluso dentro de las sagradas cuatro paredes de las iglesias y los conventos.
Las misteriosas posesiones concretamente tuvieron máxima repercusión en dos pueblos, en Sandiniés y en Tramacastilla de Tena. Aparecieron en la zona nada más y nada menos que sesenta y dos mujeres que, prácticamente al mismo tiempo comenzaron a ladrar y aullar como si fueran perros, o lobos.
Mujeres endemoniadas en la procesión de Santa Orosia

Estaban todas poseídas. A la vez y podía ocurrir incluso dentro de la iglesia de las localidades.
En esta ocasión, el causante de todo fue un poderoso bruxon. Uno de los más temidos y poderosos  que haya ahabido en Aragón. Se llamaba Pedro de Arruebo.
Pedro de Arruebo maldijo a todas estas pobres mujeres, provocando una de las peores epidemias de posesión que se recuerden en la historia.

Bruxon cumpliendo su castigo
El tribunal de la Santa Inquisición, siempre atento a estos hechos, condenó a este brujo.
Pero la condena no fue la hoguera. Muy pocos brujos fueron quemados en España en realidad.
Pedro de Arruebo fue condenado a recibir doscientos azotes y a remar en galeras (lo que por norma general, solía significar una muerte dolorosa en menos de un año).
Pedro de Arruebo era el propietario de una gran finca llamada “La Artosa”.
A día de hoy, la finca aún existe. Hay quien dice que maldita. Pero tampoco es algo que podamos ya comprobar, pues la finca está exactamente bajo el pantano de Bubal y solo podemos contemplarla un par de veces al año, cuando bajan las aguas del pantano.

Finca "La Artosa" perteneciente a Pedro de Arruebo
Pantano de Bubal


No hay comentarios:

Publicar un comentario