Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular

domingo, 27 de mayo de 2018

El cadáver viajante




Se dijo en el año 42 del pasado siglo, que la policía había apresado a un hombre que viajaba con un muerto en las maletas.
 ¿ Cómo puede ser eso ? Un poco de investigación nos acerca al Heraldo de Aragón y encontramos enseguida la noticia. Es un hecho real.
En Noviembre de 1942, un agente de la Policía Nacional, inspeccionaba a un viajero del expreso Madrid-Barcelona. Al pasar por Zaragoza el policía pudo observar que las maletas de un individuo resultaban algo más sospechosas de lo normal pues estaban completamente envueltas en mantas y atadas con una gruesa liza.
El hombre se opuso pero ante la autoridad de la fuerza viva tuvo que mostrar el contenido de los bultos.

Nunca se sabe qué puede haber !

Dentro de las maletas había nada más y nada menos que un hombre cuidadosamente cortado en trozos y bien colocado entre el equipaje. El individuo resultó ser un mallorquín afincado en Madrid que tras una disputa había asesinado a su rival en una cuestión de amoríos y como no sabía cómo deshacerse del “muerto”, (nunca mejor dicho), lo partió, lo empaquetó y se lo llevaba para Barcelona.
Al final los dos se quedaron en el barrio de Torrero por lo que parece.
Uno en el cementerio y el otro… en la cárcel.

Cárcel de Torrero en los años 30

domingo, 20 de mayo de 2018

Marlboro aragonés ?



Pues puede ser. Al menos en parte.
En los años 20 en España tan sólo existía una fábrica de regaliz. Y estaba en Zaragoza.
Y no solo eso, no. ¡ Es que además era la fábrica más grande del mundo !
Esos maravillosos palos de regaliz que todos hemos mascado alguna vez, ¿ recordáis ?
 La fábrica zaragozana se hallaba ubicada en la Calle Asalto.
La fábrica Tur ( éste era su nombre ), podía fabricar hasta 3000 kilos de regaliz al día y exportarlo a países como Francia, Dinamarca, Países Bajos… y por supuesto los Estados Unidos.
Al director de la fábrica Jacques Rohrbachse le escapó una “perla” en una entrevista en el año 1929 y dejó entrever que el regaliz aragonés enviado a Estados Unidos se utilizaba en aquel país para hacer cigarrillos rubios.

Será verdad ?!!?

Aquel impresionante tabaco americano que tenía maravillados a todos los fumadores del mundo, a las estrellas del cine, a los más altos políticos de cada país se elaboraban con regaliz proveniente de pueblos zaragozanos de la ribera del Ebro como Nuez, Alfajarín, Osera…
¿ Sería cierto ?
Hay quien dice que el propio Director General de Tur lo desmintió al poco tiempo.
¿ Pero, sería verdad…?
Nunca lo sabremos. 

Producto zaragozano !

domingo, 13 de mayo de 2018

La batalla de Blesa



El hecho tuvo lugar durante la guerra con los franceses. La guerra de la independencia.
Con tan solo ocho valientes hombres armados contaba la turolense localidad de Blesa para defenderse del ataque de las tropas napoleónicas que iban a llegar.

Blesa

Los ocho guerrilleros se apostaron tras unas rocas con sus viejas escopetas y allí quedaron esperando a que llegase el gabacho.
No tardaron los franceses en llegar al pueblo y al cabo de unas horas, centenares de soldados napoleónicos al mando de un mariscal, avanzaban en cerrada columna en dirección a la plaza.
Los ocho aguerridos defensores dispararon sus enmohecidas escopetas y lograron abatir a tres jinetes que, de certeros disparos en la cabeza, se desplomaban al suelo ya sin vida.

A muerte !

Los franceses quedaron consternados y comenzaron a disparar en dirección a los peñascos donde se encontraban apostados los valientes aragoneses.
Los valerosos guerrilleros escaparon en dirección al pueblo pero uno de ellos se quedó allí encaramado para cubrir la retirada de sus amigos.
Siguió disparando certeramente hasta que quedó sin munición.
Sus disparos se contaban por muertes seguras pues el muchacho era buen cazador y ningún francés escapaba al ojo ni a la escopeta del chico.
El enemigo seguí retrocediendo ante los disparos del muchacho y el mariscal francés envió a toda la caballería.
El chico quedó sin munición y aún tuvo tiempo de abrirle la cabeza a un soldado enemigo agarrando la escopeta por el cañón y partiéndosela en la testa con todas sus fuerzas.
El chico ahora ya sabedos de que sus amigos habían escapado apretó a correr y, con toda la caballería francesa tras él se dirigió a la llamada “Peña del Mundo” y se arrojó al vacío.
Antes muerto que capturado debió pensar el valiente.
En el lugar exacto del suceso, hoy se alza un pilar con una imagen de San Jorge.

 
Pilar de San Jorge en Blesa

domingo, 6 de mayo de 2018

El duende de la Calle Dormer



En la calle Diego Dormer número ocho, actual sede del archivo histórico provincial de Zaragoza, se sabe que habitó un duende bastante molesto.
La casa es nada más y nada menos que el palacio de los Huarte una espectacular mansión palaciega del siglo XVI.

Actual entrada al Palacio de los Huarte

Aunque se desconoce quiénes fueron los primeros habitantes de la mansión,  sí se tiene constancia de que cuando la casa era habitada por los Marqueses de Nibbiano, es cuando el duende comenzó a manifestarse.
El duende se manifestaba ante cualquier visita pero sobre todo al Marqués de Huarte, último propietario del palacio a principios del siglo XX..
La verdad es que lo tenía martirizado.

Mucho cuidado con los duendes malignos !

Se dice que el duende emitía terribles estruendos en cualquier parte de la casa y que cuando alguien llegaba a la habitación de marras, no había ocurrido nada y en ese momento se podía escuchar otro gran estruendo en otra sala u otro piso.
Una vez incluso, el Marqués notó cómo el duende le daba un tremendo bofetón en la cara.
Las tinajas, tiestos, jarrones y vajillas se caían y rompían sin motivo aparente.
Por las noches los pasillos eran recorridops por unas pequeñas pisadas a toda prisa, pisadas que cuando alguien salía para mirar, desaparecían misteriosamente.
Las puertas y ventanas podían abrirse y cerrarse a su antojo y sobre todo, cuando más miedo pasaban los Marqueses e invitados era cuando el duende hacía girar los ojos de una estatua de San Bruno situada en la capilla del palacio y que los Marqueses tenían en la familia desde hacía siglos.

Estatua de San Bruno. Os lo imagináis ?

domingo, 29 de abril de 2018

Albóndigas de ballena en Zaragoza



Año 1955 y por la ciudad comienza a correr un rumor que llegó a extenderse de tal modo que el mismo Heraldo de Aragón se hacía eco de esta guisa:

    Desde hace aproximadamente una semana existen en nuestra ciudad unos veinte establecimientos con cámara propia, autorizados, pero se supone que en este mes se abrirán algunos más, a fin de facilitar al público su adquisición.
    La carne de ballena fresca se vende en Zaragoza a 14’75 pesetas kilogramo, y llega a nuestra ciudad envuelta en malla blanca de algodón, dentro de cajas precintadas y en bloques de unos ocho kilos.
    Estas ballenas proceden de la zona del cabo de Finisterre, y diariamente es transportada su carne en frigoríficos. Madrid la consume desde el año 1950 y posteriormente se ha extendido su consumo a Barcelona, Oviedo, Santander y Bilbao. No huele a pescado. Su sabor es parecido al del buey.

Tuvimos ballena en los bares zaragozanos...??

Los zaragozanos más mayores recuerdan haberla probado. Tenemos testimonios como por ejemplo el de Sergio que dice: “Mi madre la recuerda como un producto que, curiosamente, no se vendía en pescaderías pese a su origen, sino en carnicerías. Al parecer, mi abuela la adquiría en un mercadillo situado en la avenida de Valencia y su hija ha definido como muy blanda, vendidas en grandes filetes que, por su tamaño, era necesario trocear”, u otro testimonio, el de Boris, que contaba: “Yo tenía catorce o quince años cuando aterrizó, para mi, uno de los mejores manjares que recuerdo y que en esa época escaseaban, la carne de ballena. Efectivamente, eran unas piezas enormes, y de las que salían unos filetes que no cabían en el plato. Fue mi abuela Felisa quien los compraba y los adobaba con ajo, aceite y perejil, porque así le habían dicho que eran más sabrosos. Luego los empanaba y estaban deliciosos. Es cierto que se decía que si sabían a carne o a pescado, y tengo que reconocer que, si se consumían con rapidez, no se diferenciaban de la mejor ternera; pero si pasaban algunos días tenían un cierto regusto a los túnidos. De cualquier forma, cuando veo algún reportaje de naturaleza en el que se trata a estos cetáceos, siempre quedarán en mi memoria esos gozosos momentos que me proporcionó la degustación de su increíble y exótica carne”.

Del mismo Heraldo de Aragón hemos obtenido la receta que en aquellos días se publicó para confeccionar las albóndigas de ballena:

Se pica la carne de ballena con tocino de jamón, ajo, perejil y sal. Todo esto se une bien, poniendo, por cada cuarto de kilo de carne, cincuenta gramos de tocino, dos gramos de ajos, el perejil a gusto del que lo hace y un huevo. Una vez preparado, hacer las albóndigas, freírlas y, en salsa de tomate o de harina, hervirlas un ratito.

Ballena...?

A día de hoy no nos engañemos... nadie podría asdegurar si hubo ballena en nuestroa zaragoznos bares pero desde luego... y porqué no...?