La leyenda local nos deja realmente el hecho muy bien datado.
Era el año 1181 y los caballeros templarios al mando del Rey Alfonso II de Aragón pugnaban por conquistar la importante fortaleza.
El Alcaide del castillo tenía cautiva a una joven cristiana y se disponía a preparala para formar parte del harén particular.
Los caballeros templarios junto con los soldados regulares acometían para poder penetrar en el castillo, pero todos los esfuerzos eran en vano. Las murallas eran impenetrables y los moros tenían la capacidad suficiente como para aguantar un largo asedio.
Las tropas cristianas aunque muy superiores en número, hastiadas por el cansancio y las flechas musulmanas, comenzaban a flaquear.
Doncellas cautivas, otro gran clásico de nuestro legendario aragonés |
Cuando el Rey ya comenzaba a pensar en la retirada pues posiblemente sería más sencilla tratar de conquistar otra plaza, ocurrió un milagro.
Por un descuido de un guarda, la cristiana cautiva logró hacerse con las llaves de la puerta de la fortaleza y arrojándolas con todas sus fuerzas por encima de la almena, fueron a parar a los pies del ejército cristiano acampado allí mismo.
Una vez con las llaves en poder cristiano, la toma del castillo fue cuestión de un solo día.
Nada más se supo sin embargo de la heroina de este episodio.
Posiblemente ajusticiada por los moros.
Imponente castillo de Mosqueruela |
Fíjate que hay conquistas tontas, ¿eh?. Me encanta
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