También es muy curiosa la toponimia de esta montaña, ¿ verdad
?
El caso es que la leyenda cuenta que hace miles de años, un
pastor se encontró con peregrino en las montañas.
Este le pidió ayuda pues estaba extraviado, hambriento, muy
sediento y enfermo.
Hacía mucho frio y comenzaba a nevar y el pastor era buen conocedor
de la zona no obstante y como ya podemos suponer… no le ayudó.
Lo dejó allí en el monte y el peregrino murió a los pocos
días.
Cayó sobre el pastor una terrible maldición.
Los espíritus de la montaña lo maldijeron con toda la ira
que les fue posible.
Lo condenaron a vagar perdido por aquellas montañas para
siempre, hasta que muriera. Pero eso no era lo peor porque su muerte no iba a
ser una muerte como la del común de los hombres.
El pastor estuvo vagando perdido durante años.
Jamás encontró la vuelta a casa. Jamás volvió a ver a su
familia ni a ser humano alguno. Jamás volvió a encontrar en su camino una
población habitada y por fin, cuando llegó su hora, poco a poco se fue
convirtiendo en una montaña y allí quedó para siempre.
El Monte Perdido.
Macizo del Monte Perdido |
Se cuenta del monte perdido que sobre él, entre las nubes,
está el palacio mágico del bruxon Atland.
A Atland se le conocía como “El viejo de las cumbres” o “El
encantador” .
Atland construyó un impresionante palacio sobre las nubes
del Monte Perdido.
Un palacio construido con aire, fuego y tierra.
Con agua y con humo. Con roca, lluvia y viento.
Con lágrimas, con palabras, música y pétalos de flores
blancas.
Muy pocos han podido ver el palacio pues solo los elegidos
con el don de la segunda visión pueden verlo. Y de esos pocos, muy pocos son
los que han podido describirlo pues se cree que el lenguaje de los seres
humanos, no tiene palabras para poder describir un espectáculo de tal belleza.
Tan solo a lomos de un caballo alado o de un dragón se podía
penetrar en el palacio y fueron por consiguiente los pocos que pudieron
conseguirlo para por supuesto, además no regresar nunca jamás.
Una de las versiones sobre la muerte de Atland ( o Asland,
en otras historias ), nos dice que el gigante Aneto, con la ayuda de tres encantarías,
lanzó una flecha hacia el cielo con tal fuerza, que atravesó a Atland y lo
mató.
Se dice que en los días claros, en lo alto, mirando hacia
las nubes, hay unos pocos elegidos que pueden ver los brillos de cristal y oro
del palacio mágico.
Palacio mágico de Atland |
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