No tenemos en Aragón una tradición tan arraigada como en el resto
de la península a las procesiones de muertos.
La “Santa compaña” en Galicia, el “Cortejo de gente de
muerte” en Extremadura o la “Guestia” en Asturias.
Pero no porque no los haya habido, no.
Posiblemente y por alguna razón que nunca sabremos, no
tenemos documentación sobre estas apariciones pero sí que sabemos fehacientemente
que también estos cortejos fúnebres han hecho aparición en nuestros bosques y
caminos. Y no hace falta que nos vayamos al Pirineo ni a la árida y misteriosa
Teruel.
La tradición oral, nos transmite en la misma Zaragoza una de
estas procesiones de difuntos.
Por los campos, sendas y caminos del barrio rural de Santa
Isabel, hace no tantos años, había que andarse con mucho cuidado. Pues aunque
mi abuela siempre me contaba que “Miedo…
a los vivos”, también me contó que “La bandada muertos” podía aparecerse en
el momento en que menos te lo esperases en uno de esos caminos.
Quién sabe lo que podemos encontrar en los caminos aragoneses ! |
La siniestra procesión solo se presentaba ante las almas más
oscuras. Nada tenías que temer si tu alma estaba limpia de pecados, pues no
iban a aparecer ante ti.
Si de cualquier modo eso ocurriese, había que tenderse en el
suelo bien acurrucado y cerrar los ojos bien fuerte para no verlos. Había
también que cerras fuertemente los puños y comenzar a rezar padres nuestros.
O bien si podía ser, llegar al “Pilaret” ubicado en la
entrada del cementerio de Montañana.
Al poco rato, mi abuela aseguraba que la funesta Bandada,
desaparecía tal y como había llegado.
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