Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular

domingo, 22 de julio de 2018

El hombre oso de Laspuña

Corría la década de los años 80. A principios.
Laspuña es una preciosa localidad rodeada de bosques, naturaleza y mucha madera. Mucho árbol.
Todo comenzó con una excursión del colegio por los bosques del Sobrarbe.
A los pocos kilómetros, ya de internada en una de las partes ya frondosas, el maestro y los alumnos pudieron ver una extraña que se acercaba hasta ellos.
Se detuvieron realmente aterrados.
La silueta se acercó lo suficiente como para poder dislumbrar lo que realemente era.
Era un terrorífico hombre-oso.

El hombre-oso es temido en diferentes culturas desde tiempos muy pretéritos
L´home-onso es un tipo de licántropo muy temido en diversas culturas como por ejemplo en las nórdicas y cómo no, también en nuestro legendario aragonés.
Tal y como el monstruo apareció, se volvió a internar en la maleza.
El maestro fue muy explícito. Aseguró que no era un oso.
No. No estamos hablando de un plantígrado que estuviese deambulñando sobre sus dos patas traseras como en algunas ocasiones pueden hacer estas bestias.
No. Nos referimos más bien a uno de estos hombres-bestia o "eslabones perdidos" o "abominables hombres" que en algunas ocasiones se dejan ver legendariamente en las partes más frondosas de algunos bosques o montañas.
El maestro y los chicos pasaron un rato literalmente aterrados pues tanto los ademanes como los horribles gritos del animal denotaban que estaban ante un ser legendario. Ante algo realmente extraño.
A los pocos días el mismo ser fue visto por la zona por unos trabajadores de la madera.
Por unos leñadores. Gente ruda. Gente conocedora de los misterios y secretos de los bosques.
Estos, sacaron la misma conclusión.
La bestia, aunque algo más tímida en esta ocasión, se dejó ver y escuchar un poco y cundió la extrañeza ante los trabajadores.
Años más tarde se dijo que todo había sido una confabulación empresarial.
Un engaño.
Un disfraz.
Pero realmente nada se pudo aclarar al respecto y es seguro que los testigos (algunos de ellos no deacuerdo con la solución oficial del caso), no olvidarán al hombre oso de Laspuña.

Laspuña

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