El conocido como “Barrio de La Estrella” o simplemente “La
Villeta” es un caserío perteneciente al pueblo de Mosqueruela, en el Maestrazgo
aragonés.
Es un lugar de difícil acceso y al cual se llega mediante el
paso por barrancos y terrenos complicados y pedregosos. La tierra es mala e
infértil y las condiciones de vida son sencillamente muy duras pero de
cualquier modo, los vecinos que allí moraban no querían marcharse de sus casas.
Era su hogar.
El rio Monleón también conocido como rio Seco, es el que
pasa por el centro de la pedanía.
Pueden pasar varios años sin que fluya por el mismo ni una
sola gota de agua pero… un día, llegó la maldición.
Barrio de La Estrella en Mosqueruela |
Había una mujer en el pueblo, que era conocida como “la
partera del rey”.
La vieja tenía este mote porque personas de la nobleza de
todos los lugares de España habían llegado hasta aquí desde hacía años para que
la partera, les hiciera abortar. Era una auténtica especialista tanto en hacer
abortar a la madre para deshacerse del bebé como en lograr llevar el parto a
buen final.
La tarde del 9 de Octubre del año 1883 ocurrió lo
inesperado.
Una parturienta había acudido a la casa de la partera. Ésta
mujer hacía meses que había pensado en deshacerse del niño y para ello había
realizado en la soledad de su casa un pacto con el diaple.
El diablo le había prometido que él se desharía del bebé.
Fueron pasando los meses y no sabemos cómo pero, el instinto
maternal de la mujer se fue desarrollando y la futura madre cambió de opinión y
decidió tener el niño.
Acudió al Barrio de la Estrella, a la casa de la “partera
del rey” y ésta con gran pericia, logró sacarle el niño y hacer que la madre
alumbrara con éxito.
El diablo se sintió burlado. Ofendido. Si él había hecho un
pacto, debía cumplirse. No podía ser de otro modo.
Y lanzó una maldición sobre el poblado.
Una fuerte tormenta comenzó en ese mismo momento y comenzó a
descargar tan fuerte que la lluvia parecía algo infernal. Llovió con tanta
fuerza que el rio Seco, se elevó 6 metros por encima de lo que permitía su cauce,
arrancando incluso el puente de madera que permitía el paso a la margen derecha
de la población.
Detalle del rio Monleón con agua |
La riada arrastró todo lo que se encontró a su paso.
Árboles, barro y rocas eran arrastrados con la peor de las virulencias y
chocaban irremisiblemente contra las primeras diecisiete casas de la pedanía,
arrastrando todos los enseres y moradores de las mismas.
Al final de la noche, el resultado fue de veintiocho casas
con graves desperfectos, diecisiete casas completamente destruidas y veintiséis
personas muertas. La maldición del diaple había sido una de las más terribles
de cuantas se conozcan en el legendario aragonés.
El cadáver de la mujer que daba a luz, se encontró agarrando
el cordón umbilical del pobre bebé, que no había podido disfrutar más que de
unos pocos minutos de vida.
Una auténtica maldición |