Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular
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martes, 25 de febrero de 2020

El Aragón mágico en Aragón TV... VI

En la nueva aventura de los escritores Carolina Millán y Joan Rosell descubrimos a las brujas de la comarca del Alto Gállego. El bruxón Pedro de Arruebo, la población de Acumuer, las espiritadas de Yebra de Basa, el cráneo de Santa Orosia... y más.

jueves, 19 de diciembre de 2019

El Aragón mágico en Aragón TV... II

En esta ocasión la redactora Carolina Millán y un servidor, les trasladan a sus propias casas las historias del tesoro enterrado en el castillo de Sádaba y del pozo del diablo y su fuente homónima.
Conocemos a su vez el conjuro del cardo.
Conozcamos los misterios de las Cinco Villas.


El Aragón mágico en Aragón TV... I

Los escritores Carolina Millán y Joan Rosell, nos presentan un estupendo reportaje sobre los misterios de Aragón.
En esta primera entrega nos encontramos con el maravilloso Pozo de los Aines en Grisel y el Arco del Deán de Zaragoza
Conoceremos también el esconjuro de San Bartolomé.


domingo, 1 de julio de 2018

La maldición del barrio de La Estrella



El conocido como “Barrio de La Estrella” o simplemente “La Villeta” es un caserío perteneciente al pueblo de Mosqueruela, en el Maestrazgo aragonés.
Es un lugar de difícil acceso y al cual se llega mediante el paso por barrancos y terrenos complicados y pedregosos. La tierra es mala e infértil y las condiciones de vida son sencillamente muy duras pero de cualquier modo, los vecinos que allí moraban no querían marcharse de sus casas. Era su hogar.
El rio Monleón también conocido como rio Seco, es el que pasa por el centro de la pedanía.
Pueden pasar varios años sin que fluya por el mismo ni una sola gota de agua pero… un día, llegó la maldición.

Barrio de La Estrella en Mosqueruela

Había una mujer en el pueblo, que era conocida como “la partera del rey”.
La vieja tenía este mote porque personas de la nobleza de todos los lugares de España habían llegado hasta aquí desde hacía años para que la partera, les hiciera abortar. Era una auténtica especialista tanto en hacer abortar a la madre para deshacerse del bebé como en lograr llevar el parto a buen final.
La tarde del 9 de Octubre del año 1883 ocurrió lo inesperado.
Una parturienta había acudido a la casa de la partera. Ésta mujer hacía meses que había pensado en deshacerse del niño y para ello había realizado en la soledad de su casa un pacto con el diaple.
El diablo le había prometido que él se desharía del bebé.
Fueron pasando los meses y no sabemos cómo pero, el instinto maternal de la mujer se fue desarrollando y la futura madre cambió de opinión y decidió tener el niño.
Acudió al Barrio de la Estrella, a la casa de la “partera del rey” y ésta con gran pericia, logró sacarle el niño y hacer que la madre alumbrara con éxito.
El diablo se sintió burlado. Ofendido. Si él había hecho un pacto, debía cumplirse. No podía ser de otro modo.
Y lanzó una maldición sobre el poblado.
Una fuerte tormenta comenzó en ese mismo momento y comenzó a descargar tan fuerte que la lluvia parecía algo infernal. Llovió con tanta fuerza que el rio Seco, se elevó 6 metros por encima de lo que permitía su cauce, arrancando incluso el puente de madera que permitía el paso a la margen derecha de la población.

Detalle del rio Monleón con agua

La riada arrastró todo lo que se encontró a su paso. Árboles, barro y rocas eran arrastrados con la peor de las virulencias y chocaban irremisiblemente contra las primeras diecisiete casas de la pedanía, arrastrando todos los enseres y moradores de las mismas.
Al final de la noche, el resultado fue de veintiocho casas con graves desperfectos, diecisiete casas completamente destruidas y veintiséis personas muertas. La maldición del diaple había sido una de las más terribles de cuantas se conozcan en el legendario aragonés.
El cadáver de la mujer que daba a luz, se encontró agarrando el cordón umbilical del pobre bebé, que no había podido disfrutar más que de unos pocos minutos de vida.

Una auténtica maldición

domingo, 24 de junio de 2018

El corazón de Santa Gema Galgani en Zaragoza



A las ocho horas y quince minutos del día 23 de Julio de 1953, el corazón de Santa Gema Galgani hacía su triunfal entrada en la capital del Ebro. En un floreado y lujoso automóvil el Arzobispo Don Elías Olázar traía consigo la maravillosa reliquia.
Se levantó una tribuna especial en el Paseo de Independencia para las autoridades.

 
Recorte de prensa de la época

 La reliquia fue mostrada allí mismo, pero a la reliquia de la Santa le acompañaba una no menos importante.
Un joven clérigo italiano portaba como un tesoro, el libro de la Santa.
“El libro de las revelaciones de Santa Gema”, había sido robado hacía muchos años atrás por el mismísimo diablo. Por el Diaple.
Se había recuperado mediante un exorcismo y arrebatado al mismo Satán para poder traerlo a Zaragoza.
El libro estaba negruzco, lleno de ceniza, parcialmente quemado. Pero estaba.
Y estaba en Zaragoza.
El corazón incorrupto de la Santa y el libro, el único libro robado al diablo de la historia, se depositaron en la zaragozana iglesia de San Felipe.
Actualmente, el corazón de Santa Gema se halla en Madrid. En cambio el libro… está en paradero desconocido.
¿ Lo habrá vuelto a robar el diaple ?
¿ Ustedes, qué creen… ?

No pudo el Diaple soportar tan santo volúmen

domingo, 3 de junio de 2018

L´home choto de la Guarguera



Una de las más tristes leyendas de nuestras montañas es la del Hombre Choto.
L´home Choto, el hombre cabra.
Se llamaba Mamés y se creía que era hijo de una pastora y de algún ser mitólogico, como un fauno o uno de esos espíritus caprinos y paganos de nuestros bosques.
Hubo quien aseguró que el padre de Mamés no era otro que el diaple. El mismo diablo.
El hombre choto se crió con su madre en las montañas y al poco de nacer ya tenía todo el cuerpo prácticamente cubierto de pelo. De un espeso pelo negro duro y brillante bajo el sol.
A la vez que aprendió a andar, adquirió una extraña habilidad. Mamés tenía la destreza de trepar por los riscos con tanta pericia o incluso más  que las cabras. 
De ahí, le vino el sobrenombre de Home Choto.

Leyendas sobre Hombres-Cabra, tenemos desde tiempos paganos

Mamés era feliz con su madre aunque tenía que cuidarse de esconderse del resto de habitantes de la zona pues algunos se asustaban cuando lo veían y otros incluso le insultaban, se reían de él o le lanzaban alguna pedrada.
Eran las muchachas especialmente las que se reían de él y Mamés por eso se ocultaba de la gente.
En una ocasión, bajando al rebaño hasta Molino de Villobas, Mamés se encontró con lo inesperado.
Antes de llegar al pueblo, en una fuente, se encontró con una joven. La más bonita que jamás el había visto e intentó esconderse sabedor de que la muchacha se reiría de él.
A partir de aque día, Mamés bajaría todas las tardes hasta los pueblos de abajo. Se acercaba a la muchacha todo lo que podía siempre a escondillas y al anochacer, volvía a su cueva y allí quedaba toda la noche recordando a su amada. Recordando su olor que era como el de las flores recién abiertas.
En una de las ocasiones, el hombre choto, tan absorto como estaba mirando a su amada hizo un chasquido al pisar una rama y esta lo oyó.
 La joven escuchó el sonido del frágil  tronco y se giró, dándose tiempo a ver a Mamés que de un gran salto, se ocultaba tras unas zarzas.
“¿ Por qué te escondes ? No voy a hacerte nada ¿ Quién eres ?”
Preguntaba la joven extrañada. El hombre choto salió de la zarza haciendo una estupenda cabriola y la muchacha rió de buena gana.
Era la primera vez que alguien no se burlaba ni se asustaba del aspecto de Mamés y este en ese mismo instante se enamoró ciegamente de la joven.

Molino de Villobas

Mamés acudía cada día al encuentro de la muchacha y disfrutaba tan solo de estar a su lado.
Mamés dejó de cazar. Mamés dejó a su rebaño. Lo soltó.
Tan solo quería estar con ella. Por las noches, en la soledad de la cueva suspiraba pensando en la muchacha y esperaba impaciente la salida del sol para correr a su lado.

Ella le proporcionó aquellos días la comprensión que tan solo su madre le había dado.
Por vez primera en su vida, Mamés era completamente feliz. Su alma estaba plenamente radiante.
Una madrugada, la joven se marchó. Se marchó para siempre, pues su familia  partía de la zona, y la muchacha decidió no decirle nada a l´home choto, ni tan siquiera despedirse, para no causarle dolor.
Mamés buscó a la doncella por todos los caminos. Por todas las cuevas de la Guarguera, por todos los rincones del último de los bosques del lugar pero no halló ni tan siquiera un pequeño rastro de su olor, Nada.
Había desaparecido para siempre.
Se dice que Mamés enloqueció.
Por las noches las gentes de por allí, veían su silueta saltando de risco en risco como un animal.
Con la furia y la fuerza de una bestia herida y una noche, no se sabe cómo, ocurrió lo que jamás había ocurrido.
Mamés cayó al vacío en uno de sus brincos imposibles.
No se supo si le falló el pie pero el caso es que el hombre choto se precipitó al vacío desde lo más alto del monte Canciás y se partió el cuello muriendo allí mismo.
Nunca jamás Mamés había fallado un salto. Se dijo que que terminó voluntariamente con su vida al no poder vivir con aquel dolor.
Los más crueles dijeron que su padre, que el diaple, había ido a buscar su alma.


Monte Canciás. El último salto de L´home Choto de la Guarguera


domingo, 31 de diciembre de 2017

Las “caspolinas”



Año 1929. Ocho de Septiembre.
A la ermita de Balma como bien hemos comentado acudían endemoniados de toda España.
El poder de Nuestra Señora era tal que los demonios salían despedidos de los cuerpos con total violencia.
La endemoniada de esa noche tenía nombre y apellidos y así pasará a la historia.
Rosario Usó Petit.
Rosario venía de la localidad de Las Alquerías del niño perdido, en la comarca de La Plana Baja.
La ermita estaba dispuesta para el horrible espectáculo. Tan solo unas pocas velas iluminaban la estancia donde el ritual iba a comenzar. Hacía calor, había demasiados asistentes para presenciar el macabro rito, pero nadie se marchaba. Todo el mundo quería ver cómo, una vez más, el poder de Dios derrotaba al del maligno.

Interior de la cueva donde se realizaban los exorcismos

Las encargadas de practicar la ceremonia aquella noche eran tres brujas conocidas como “Las Caspolinas”.
No era la primera vez. Las tres eran experimentadas exorcistas. Experimentadas bruxas tanto en expulsar a Satán como probablemente en invocarlo.
Eran tres bruxas enjutas. Casi secas. De piel amarillenta y arrugada.
Rostros duros e inquisitoriales. Se quedan observando a la pobre Rosario.
Ésta se revuelve como un animal.
Blasfema como un templario, expectora constantemente contra cualquier tipo de pintura santificada o imaginería sagrada, deja los ojos en blanco y aúlla como un perro.
Las bruxas no dudan.
Rosario está poseída.
El ritual comienza y los gritos y aullidos de Rosario se escuchan perfectamente desde fuera de la iglesia.

Espiritados y bruxas en La Balma

La gente se agolpa en la entrada y dentro del mismo recinto y la batalla contra el demonio comienza. Las bruxas no se amedrentan fácilmente y siguen esconjurando y santificando a aquella pobre alma.
Unas ocho mil personas son testigos del espeluznante ritual y de repente, aquellas viejas tienen que sujetar a Rosario de pies y manos. La pobre muchacha de tan solo doce años de edad, parece mucho más fuerte que cualquier hombre.
“Es el demonio”, dice una de las viejas, pero la sujetan con firmeza y Rosario no puede soltarse.
El exorcismo duró horas y al final, como generalmente solía pasar, el endemoniado caía al suelo preso de un impresionante cansancio y el demonio o lo que quiera que fuese… desaparecía.
¿ Podían ser todos aquellos cientos, miles de endemoniados obra de Satán ?
¿ Enfermedades mentales o sugestión ?
Desde luego no entraremos a juzgar estos hechos pero la realidad es que está bien documentado como en la cueva de La Balma, durante estos exorcismos, más de un endemoniado levitó varios palmos del suelo mientras gritaba con voz monstruosa y eso de enfermedad mental, que se sepa… tiene poco.
O nada.

Miles de personas se agolpaban para ver a estos espiritados