Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular

domingo, 30 de octubre de 2016

Las procesiones de bruxas y bruxons



Hace ya años que parecen no verse en nuestros bosques o en las afueras de nuestros pueblos, pero las hubo. Y bien numerosas. 
Los testigos de aquellas procesiones infernales nos aseguraron que eran realmente 
terroríficas, espantosas. 

El maestro Goya nos describió con sus pinceles estas procesiones

Lugares habituales de reuniones de bruxas y diaplerons eran por ejemplo los cruces de caminos.
Figuras de negro, totalmente ensotanadas deambulaban  en dos filas por los caminos dirigiéndose al aquelarre. Uno de los más populares era el de las eras de Tolosa a donde los bruxones aragoneses se dirigían en todas las fiestas de gran solemnidad para la iglesia para bailar con el diaple.
Se desplazaban en silencio por la oscuridad, portando tan solo un hacha de viento para iluminar el camino.
O lo que es lo mismo, el brazo de un niño muerto sin bautizar, el cual prendían fuego por la punta de los dedos y ofrecía una tenue y diabólica luz azulada.
En otras ocasiones estas luminarias se confeccionaban con las ramas secas de otro arbusto mágico por excelencia, el boj. Parecían encender el bosque. La procesión de las bruxas se veía llegar a lo lejos.
Bruxones hubo en estas tierras menos que bruxas pero no menos importantes.
Miguel Guillén, Juan de Larrat y Pedro de Arruebo fueron algunos de los más poderosos.

Procesiones que solían terminar en un baile desenfrenado presidido por el mismo diaple

Realmente hasta hace muy pocos años, en muchos pueblos aragoneses han vivido hombres con fama de bruxones y de curanderos. Hombres que aunque temidos han sido muy respetados por todos los lugareños y de gentes de los alrededores. Hombres que han recibido visitas de gentes venidas de muy lejos que movidos por la fama y el poder curativo del bruxon se han desplazado kilómetros en busca de una cura muchas veces casi imposible.
Del mismo modo que muchos de ellos podían sanar, también podían dar el mal. Es por esto que eran tan cotizados pues gran cantidad de esto bruxones recibieron más encargos para maldecir a este o aquel vecino que para sanar a alguien.
Estos bruxones podían provocar desgracias, enfermedades. Podían espiritar una casa.
¡ Podían provocar la muerte !
Cuidado con los bruxones, amigos mios. Mucho cuidado...

Bruxa

domingo, 23 de octubre de 2016

Mariano, el bruxon-ferrero de Fornillos de Ilche



El bruxon Ferrero de Fornillos tenía la misma maña para controlar el poder del fuego como para poder controlar el poder del mismísimo diaple.
En una ocasión, Mariano el bruxon se dispuso a realizar uno de los hechizos por los que los bruxones han sido más admirados.
Había algunos bruxones, los más poderosos entre todos ellos eran capaces de hacer aparece monedas de oro.
Una nocheél bruxon Ferrero se hizo acompañar de un ayudante. De un testigo más bien y ante sus ojos, delante de sus narices, empezaron a llover del cielo monedas de oro. Una lluva incesante de monedas de oro.

Lluvia de oro según Tiziano

El testigo que estaba con el bruxon, ante tal prodigio pronunció una exclamación. Estaba comp`letamente admirado y es que, tan embelesado estaba con el hecho que pronunció un nombre sagrado.
Dijo: - “¡ Ay Dios !”
Y en ese mismo momento desde cielo cayó un rayo por allí cerca acompañado de un impresionante trueno y de ese mismo cielo, cesó la lluvia de oro para ser sustituida por una mucho más intensa de sapos y culebras.
Por encargo de algún envidioso, el herrero bruxon llegó a amatar a las caballerías. A mulas y bueyes de vecinos. Y además gustaba de hacerlo cuando las pobres bestias se encontraban tirando del yugo.
Los animales morían allí mismo, en medio del surco que ellos mismos habían trazado segundos antes. Caían fulminados como por un rayo invisible.

Iglesia de San Miguel en Fornillos de Ilche

Se dice que una tarde un vecino de La Almunia de San Chuan trataba de dar la vuelta al Cinca, pues no había puente construido y el único modo de atravesar el rio era hacerlo con una barca.
Cuando el hombre llegó al paso, la barca no se encontraba allí.
El que sí que se encontraba en el lugar el herrero brujo de Fornillos.
Dirigiéndose al caminante, el bruxon le dijo:
-“Se te ha escapado el barquero, ¿ eh ?”
El caminante fastidiado le confesó al herrero que sí. Que ahora sí que no sabía cómo podría hacer para llegar a tiempo a su casa, pues su mujer le estaba esperando en la misma con unas visitas bastante importantes.
El bruxon le dijo que iba a ayudarle. Se sentía magnánimo aquella tarde.
Cogió al sorprendido transeúnte, lo situó en la misma orilla del rio mirando hacia su pueblo y le dijo que cerrara los ojos y confiara en el poder del bruxon.
Le dijo:
-“Atento a mis palabras y no abras los ojos. Si te crees lo que te va a suceder. Si crees en mi poder, vas a llagar a tu casa en abrir y cerrar de ojos”
El hombre no dijo nada. Tan solo contuvo la respiración un tanto asustado.
En ese mismo momento el bruxon le dio al hombre una patada en el trasero y al momento, en ese mismo instante, el hombre apareció en su pueblo. En La Almunia de San Juan. En su propia era.
El asustado hombre hizo en lo que se dice un abrir y cerrar de ojos, en apenas unos segundos un vieja de kilómetros de distancia.

Orilla del Cinca donde se cree tuvo lugar el suceso

domingo, 16 de octubre de 2016

La casa espiritada de Angüés



Hace siglos, en el núcleo de Bespén en Huesca había un hombre que tenía en posesión un ejemplar del Libret.
Se dirigía el hombre a Huesca a una feria de ganado para comprar una caballería que necesitaba.
Había estado el hombre trabajando duro todo el año para poder ahorrar pues necesitaba esa caballería.
Nada más salir de su casa, unas voces se le metieron en la cabeza como por arte de magia.
Las voces le decían que no comprara aquella caballería en la feria.
Las voces siguieron insistiendo durante todo el camino pero el hombre, haciendo caso omiso de las misma y tras inspeccionar minuciosamente la mula, la compró y volvió para casa.
El individuo estaba contento, pues aquella mula iba a adelantarle mucho trabajo en el campo y podría sacar unas buenas perras este año. Quién sabe, a lo mejor al año siguiente podría incluso tener dos animales.

Ejemplar antiguo de "El Libret"

Ensimismado en sus cosas no se dio cuenta que la mula, de repente, y nada más haber salido de Huesca, a un kilómetro, comenzó a sangrar por la nariz y a los pocos metros cayó muerta.
Fulminada.
´No terminaron los problemas del pobre labrador `pues como si hubiese provocado algún tipo de enfado al no haber hecho caso de las voces, todas las noches se le presentaban un surtido de voces extrañas, fieras. Amenzándole, impidiéndole el sueño, asustándole.
Gritos en las habitaciones vacías de al lado. Extraños ruidos y pasos en la falsa del tejado, tremendos golpes desde el interior de los armarios… Todos los medios a su disposición, fueron utilizados por aquel hombre para deshacerse de estos espíritus, de estos duendes malignos. Rezó, roció las habitaciones con agua bendita, el párroco de Angüés exorcizó la casa mas nada se pudo hacer contra estos fenómenos. Muy al contrario, la fenomenología aumentaba día a día, como provocada por estos actos casi litúrgicos. La vida del hombre comenzaba a ser desgraciada e insoportable.

Las noches del pobre labrador nunca fueron las mismas

El hombre trató por todos los medios deshacerse de “El libro de San Cipriano” trató de que se lo quedaran en otras casas, trató incluso de dejarlo en casas de otros vecinos sin que ellos se dieran cuenta, hasta en la misma iglesia llegó a esconderlo pero el Libret siempre acababa regresando a la suya. Siempre acababa apareciendo en la mesillita de la alcoba. Siempre al lado de su cama, como invitándole a leer. A profundizar en sus foscos secretos.
El hombre a los pocos meses no pudo aguantar más y aterrorizado una noche, abandonó la casa con todos los enseres. Abandonó sus tierras, abandonó todo y se marchó para nunca jamás regresar.

Población de Angüés


miércoles, 12 de octubre de 2016

El pilar del Pilar



En el año 40 después de Cristo, el apóstol Santiago el Mayor se encontraba orando con sus discípulos a orillas del Ebro. 
A media noche del día 2 de Enero, la mismísima Virgen, la madre de Dios, se le apareció en aquel lugar.
Se le apareció sobre el pilar o columna con la que años más tarde se comenzaría a construir la capilla del que es el primer templo mariano de toda la cristiandad.
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar.
La tradición nos dice que es desde entonces, desde aquel mismo momento que la pilastra descansa en el mismo y exacto lugar donde apareció, y es allí donde a día de hoy se venera.

Poco queda ya...

Se cree con casi total seguridad que estamos hablando de la piedra más besada del mundo.
El maravilloso templo ya nos aparece documentado desde el siglo IX, época en la que se podía distinguir entre la Santa Capilla del Pilar y el Templo de Santa María.
Miles de fieles llegan año tras año para poder tocar y besar la santa columna donde la Virgen apareció hace ya casi 2000 años en Zaragoza.
Y como decimos por aquí… Por siempre sea Bendita y Alabada.

El Pilar. Símbolo de Zaragoza, de Aragón y de toda la cristiandad