Cuando uno de estos bruxones de los que ya hemos hablado te daba el mal, era complicado
quitártelo de encima.
Había que acudir al cura de la iglesia o incluso al debinaire.
El adivino, el mago.
Este personaje era algo parecido a la otra cara del bruxon,
Se decía de ellos que poseían el alma blanca. Se cree que desde el mismo
momento de su nacimiento poseían poderes mágicos y curativos.
Sanadores. Saludadores. Magia blanca. Poder para
contrarrestar las maldiciones de las bruxas.
La figura del debinaire. Totalmente elejada de la del bruxon |
Una altísima probabilidad de nacer con el alma blanca y
poder dedicarse a la curación la tenían aquellos nacidos durante cualquiera de
los dos solsticios, tanto el de verano como el de invierno, los gemelos y los séptimos hijos, muy
importantes y poderosos estos últimos. Todos estos tenían muchas probabilidades
de convertirse en poderosos de alma blanca.
Sobre todo los niños que nacían “con manto”.
Nacer con manto era la mayor de las alegrías pues ese niño
se convertía al poco tiempo en uno de los más poderosos curanderos-videntes que
hubiese sin duda en el lugar.
Nacer con manto es nacer con la cabeza recubierta por un
extraño manto blanquecino que no es otra cosa que el saco amniótico que, en muy
poquitos casos, no se rompe y el bebé, sale al exterior con él sobre el rostro.
Tradicionalmente este “manto”, conocido en algunos lugares
como “La toquilla de la Virgen”, se guardaba por la familia y luego se secaba.
Se decía que era un poderoso amuleto contra los maldaus y sobre todo un increíble
remedio contra las quemaduras.
Nacido "con manto" |
También ocurría que algunos de estos niños naciesen con una
cruz de Caravaca marcada tanto en la nuca como en el fondo del paladar. También
este símbolo era sino de grandes poderes curativos y adivinatorios.
Estos debinaires poseían sus dones desde su mismo
nacimiento, curaban como se decía entonces “de gracia”.
No adquirían los poderes como los bruxones mediante un
satánico pacto ni leyendo las páginas de algún libro prohibido, no. Se creía
que venían sus poderes dados por Dios en el mismo momento del nacimiento del
niño ¡ o incluso antes !
Pues es bien sabido y contrastado que hay niños capaces de
llorar incluso antes de nacer.
Llorar desde dentro del vientre de la madre. Se dice que el
niño que puede hacer este llanto aún sin aire en sus pulmones, desde dentro del
vientre, nacerá con la Gracia.
Estas personas tenían una capacidad innata para hacer el
bien e incluso en alguno de los casos poder para contrarrestar los maldaus de
los más poderosos bruxones. Se acudía a ellos para pedir ayuda siempre, por
ejemplo a encontrar objetos o personas perdidas siendo siempre éstos muy eficaces.
En algunas ocasiones, estos debinaires tan solo podían
localizar al bruxon, saber la identidad de aquel que había dado el mal y de
este modo la víctima se las pudiese arreglar con él.
En otras además de ello, podía también predecir cuál era el
remedio para el mal que el paciente sufría. Estos remedios podían ser desde un
esconjuramiento, o echar agua bendita por la casa, proteger una chimenea con
espanta bruxas o quizás beber una infusión de algunas hierbas o aplicar alguna
cataplasma.
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