Las leyendas de grandes personajes de la historia enterrados en pequeñas localidades, también abundan en Aragón pero hay una especial que supera a todas las demás.
Y si la tumba de Nuestro Señor estuviese en el Pirineo aragonés ?
Una pasada, no...???
Una pasada, no...???
Betés de Sobremonte |
Parece complicado verdad ?
Hay que tener encuenta que la religiosidad de las gentes de estos insólitos parajes no tiene límites, pues desde hace tiempos inmemoriales, estas montañeses curtidos con el frio, la nieve y el duro trabajo, la única ayuda que recibían en sus labores y ante los peligros de la zona era la divina.
Pues los políticos, las leyes y los Reyes... igual hace cientos de años que ahora... no ayudaban al humilde. Ni en Aragón ni en ningún lado.
Pues los políticos, las leyes y los Reyes... igual hace cientos de años que ahora... no ayudaban al humilde. Ni en Aragón ni en ningún lado.
En la población de Matidero actualmente pueblo fantasma, cuando un lugareño enfermaba, los familiares ascendían hasta ermita de la Virgen de los Palacios, tomaban la figura de la misma, la bajaban en romería hasta la casa el enfermo y la dejaban al lado de la cama hasta que este sanaba.
Esa misma Virgen ha protegido se cuenta, a más de un vecino en algún ataque tanto de osos como de lobos.
Ermita de la Virgen de los Palacios |
El caso es que no sabemos de dónde viene la leyenda pero desde hace siglos, se comenta en la zona, que Jesucristo llegó a tierras catalanas por mar y de allí, se dirigió a nuestro territorio. Al actual Aragón, y murió al poco tiempo, dejando como descendencia una niña llamada Sara.
Al morir Nuestro Señor, desde luego había que enterrar muy bien el cuerpo pues nadie debía jamás conocer aquel secreto ni mucho menos profanar la tumba del hijo de Dios.
Tipo de tumba muy común hace 2000 años |
El sitio escogido para preparar el cuerpo de Jesús fue Betés de Sobremonte y el lugar de enterramiento fue un recóndito paraje de Las Treserols o Tres Sorores. Otro compendio de montañas mágicas aragonesas.
Nadie jamás osaría ir a buscar al recóndito paraje el cuerpo de Cristo.
Y la leyenda, pues mira... ahí ha permanecido hasta nuestros días.
Quién sabe. Quizás los restos del hombre más popular de la historia de la humanidad descansen en tierras aragonesas. Ya tuvimos el Santo Grial... porqué no el cuerpo de Cristo...?
Más magia aún si cabe, para esta tierra ya mágica de por sí.
Las Treserols. |