Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular
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domingo, 5 de agosto de 2018

La Muerte en Rocafort



La muerte es otro de los entes con “vida” y personalidad propias que aparecen en nuestro misterioso legendario.
En la despoblada aldea de Rocafort, perteneciente a San Esteban de la Litera, La Muerte campaba a sus anchas.
Y no hablamos de la esencia de vida. No.
Nos referimos a La Muerte.
Al ente portador de la guadaña que viene a segar nuestras vidas para arrastrarnos al inframundo.

La misma muerte

La aldea de Rocafort está deshabitada desde medio siglo. Las pocas casas que tiene, que son ocho, están todas alineadas con los ventanales hacia el Sur.
La disposición de las casas es la siguiente porque de ese modo podían atrapar la luz solar más fácilmente pues en Rocafort, no llegó la luz eléctrica.
Ye se contaban leyendas de la aldea desde el año 1920, año en el cual llegaron a censarse 63 habitantes.
Se dice que la aldea no fue deshabitada por una epidemia, ni por la construcción de un pantano, ni por ningún tipo de plaga ni por ninguna de las otras razones digamos clásicas por las que se abandona un pueblo.
Rocafort fue abandonada por una maldición.

Las ocho casas de la aldea de Rocafort

Alguien, ya no se recuerda exactamente la historia, lanzó una terrible maldición contra la aldea y al día siguiente, la charca se secó.
La charca que abastecía tanto a la aldea como a las de alrededor de peces bien gordos.
Una charca grande, llena de vida. Se secó en veinticuatro horas.
Tan solo dos días después de este hecho, se dice que por las noches, se oías pasar un carro por la calle central del pueblo.
Un carro que era conducido por la mismísima Muerte.
La gente cogió tanto miedo que abandonó el pueblo.
Rocafort quedó abandonada y maldita hasta nuestros días, cuando aún se cree que fenómenos extraños ocurren en sus abandonadas calles.
Casos extraños como el de las confinas luces que de vez en cuando pueden llegar a vislumbrarse en el interior de la ya ruinosa y llamada “Casa Pepet” o los misteriosos lamentos que se cuenta, salen por las noches del interior de la ya tristemente profanada iglesia de San Miguel.

Casa Pepet...

...e interior de la iglesia de San Miguel
 La última aparición de La Muerte en la aldea le ocurrión a un campesino. Al úiltimo morador de la aldea, el vigilante del pueblo.
Em el año 1979, aterrorizado este,,, abandonó el pueblo. Dejando tras de sí tan solo la leyenda del pueblo maldito y un montón de ruinas desvenciajdas.

domingo, 5 de junio de 2016

El leñador y La Muerte



Es en este mismo enclave, en San Esteban de la Litera cuando hace años, la misma muerte se dice que apareciéndole a un leñador de la zona, le dijo que venía a llevarlo y el leñador la convenció para que ésta le hiciese un favor.
Le pidió que no se lo llevara hasta que hubiese rezado sus oraciones pues alguien tan cristiano como él y “de misa diaria” no podía marchar al otro mundo sin haberse arrepentido de sus pecados y haber rezado sus oraciones.
La Muerte se compadeció del hombre y le dijo que le permitía rezar una oración y hecho esto, se lo llevaría.
El leñador le dijo a La Muerte pensando que había ya conseguido su estratagema, que tenía muchos quehaceres en ese momento, que rezaría por la noche y que no sería antes cuando La Muerte se lo llevase al otro lado.

Siempre cumple su palabra

La Muerte aceptó pues siempre cumple su palabra y apareció a la noche pero el leñador tampoco había rezado.
El Segador se le aparecía al leñador todos los días pero este nunca parecía estar dispuesto a rezar y La Muerte al haber dado su palabra, no podía llevarlo con ella.
Una mañana, dirigiéndose el leñador al bosque.
Encontró en mitad de camino el cuerpo de un hombre tendido en el suelo.
Estaba muerto.
El leñador espantado, no pudo más que santiguarse y rezar un padrenuestro por el alma de aquel desgraciado y por la protección de la suya propia.
Al acto, el cadáver se levantó del suelo y quitándose su falsa apariencia, se mostró tal cual era en realidad.
Era La Muerte.
Y le dijo:
Ya has rezado. Ahora ven conmigo
Y dicho esto, le arrebató la vida y lo llevó al inframundo para siempre.
Los seres mágicos, poderosos, legendarios... al contrario que el hombre, siempre, absolutamente  siempre, cumplen con su palabra.

Los misteriosos caminos de los bosques aragoneses pueden esconder desde tesoros... a la misma Muerte