La leyenda data del siglo XI.
En la población musulmana de Al-Byego, hoy Abiego, residía la familia
mozárabe de los Isarre. Buena familia.
Localidad de Abiego |
Los Isarre tenían dos hijos y los dos decidieron alistarse a
las órdenes del rey Sancho Ramirez para poder ayudar en la lucha contra los
ejércitos islámicos que oprimían a los buenos cristianos.
La historia llegó al alcalde de la entonces ciudad de
Al-Qasr, hoy Alquézar.
El alcalde musulmán no iba a permitir que una familia tan
importante tuviese a dos hijos luchando contra la fe islámica y decidido envió
a dos emisarios para que hablaran con los padres de los soldados y les hicieran
renegar del cristianismo y volver a la auténtica fe musulmana.
Los padres dijeron que no iban a interceder en los deseos ni
en el destino de sus hijos y estos, no quisieron ni tan siquiera atender a los
emisarios del alcalde de Al-Qasr y los expulsaron de la casa de malas maneras.
El corregidor entró en cólera y dando una muestra de su
poder ordenó ahorcar aquel mismo día a los padres de los muchachos.
El lugar escogido es conocido hoy como “El tozal de las
forcas”.
Muchos montañeros aseguran que la santificación del lugar y
posterior construcción de la imponente ermita de San Joaquín no sirvieron para
aplacar las almas de aquellos dos ancianos, pues incluso hoy, en las más
oscuras noches pueden escucharse misteriosos lamentos desde lo más alto de la
loma.
El misterioso "Tozal de las forcas" |
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