Nos dice la leyenda, que esta fortaleza era la residencia de un poderoso moro en timpos de la reconquista.
La torre se encuentra a unos 2 kilómetros del casco histórico, bastante cercana al centro dando un pequeño paseo y se cree es habitada en las noches del 23 de Junio por tres moricas encantadas.
El padre de las chicas no las dejaba salir del torreón pues la belleza de las tres muchachas era realmente algo magnífico y el moro no estaba dispuesto a que nadie se las llevase de su lado.
Sabiñán. Vista aérea |
Tres caballeros cristianos se enamoraron ciegamente de las muchachas con tan solo verlas asomadas a los ventanales de la torre y no tardaron en ser correspondidos. El amor de las muchachas era puro y fuerte y los caballeros se las ingeniaron para ir a visitarlas aprovechando los días en los que el moro salía para organizar sus haciendas y poner sus negocios en regla.
Las leyendas de moricas encantadas abundan en Aragón |
Durante algún tiempo parece, las parejas fueron felices con este engaño pero pronto el moro, como no podía ser de otro modo descubrió la traición.
Una noche fingió salir y con varios de sus mejores guerreros se agazaparon en un pequeño promontorio tras la torre y esperaron la llegada de los caballeros cristianos.
Cuando estos se presentaron, fieles a su cita con el amor, los apresaron y allí mismo les cortaron la cabeza a los tres.
Corrió la sangre desde la misma puerta de la torre hasta la fuente que se hallaba en el viejo camino que serpeaba más abajo.
Las muchachas no pudieron aguantar tal dolor y esa misma noche se arrojaron por la ventana muriendo las tres en el mismo lugar donde habían muerto sus amantes minutos antes.
Desde entonces hasta hoy, se afirma que todas las noches de San Juan, noche mágica donde las haya, tres palomas blancas salen volando del interior de la torre hasta la fuente y desplegando sus alas se pierden en los confines del cielo estrellado.
La torre de las encantadas |