Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular

domingo, 6 de marzo de 2016

El herrero de Calcena



Del herrero de Calcena se cuenta que era muy egoísta. Se dice que hace 2000 años, se le presentaron en la herrería la Virgen y San José con el niño Jesús huyendo del  rey Herodes.
La Sagrada Familia le pidió al herrero ayuda. Querían ponerle al burro las herraduras al revés pues de este modo nadie podría seguirlos. El herrero lo hizo y así pudieron salvar a Jesús pero no obstante lo hizo a cambio de cuatro favores.

La Sagrada Familia escapando de Herodes

El herrero pidió la intervención divina para que ocurriesen los siguientes hechos en la herrería.
En primer lugar pidió que sin su permiso nadie, absolutamente nadie, si subía a la higuera que tenía fuera en la puerta de la herrería, pudiese bajar al suelo.
En segundo lugar pidió que quien se sentase en el banco de la herrería no pudiese levantarse jamás sin su consentimiento.
El tercer milagro que pidió fue que nadie que bebiese de su bota pudiese bajo ningún concepto cambiar de posición hasta que él lo ordenase.
Y por último.
El herrero tenía un agujero junto al yunque. Un agujero donde guardaba las monedas de oro y plata.
El herrero pidió que nadie, nadie que metiese la mano en el agujero pudiese sacarla hasta que él lo ordenase.
Las peticiones parecían en realidad tontos caprichos pero la Virgen María ante la necesidad del momento, intercedió ante el Espíritu Santo y le fueron concedidas las cuatro gracias al protagonista de la historia.
El herrero continuó como siempre, sin hacer gran uso de los cuatro poderes que
 había adquirido pues aparentemente tampoco tenían una gran utilidad, ¿ no creéis ?
Bueno, al menos hasta ahora, pero mirad lo que ocurrió una noche.

Calcena

Vieja herrería. Quizás la de nuestra leyenda de hoy ?

El mismo diaple fue a buscar al herrero pues sus días llegaban a su fin y un alma tan desagradable y egoísta sin duda quedaría muy bien en las estancias del infierno.
El diaple se presentó con cuatro de sus lugartenientes allí mismo. En la herrería de Calcena.
-“Herrero prepárate, pues vamos ahora mismo a llevarte con nostros”
-“No diré que no. Nada puedo hacer contra vosotros y lo sé. Pero dejadme llevarme alguna pertenencia al infierno”
-“Jajajajaja”- rió el diaple- “Nada necesitas allí a donde te llevo. Sigues siendo egoísta hasta en el momento de tu muerte. Dime qué quieres y llévatelo”
-“Bueno, en primer lugar toma esta bolsa y llénamela con unos cuantos higos de esa higuera que tengo fuera. Me apetecerán para comerlos por el camino.”
El diaple envió a recoger los higos al demonio Astaroth. Gran duque de los infiernos y uno de los más poderosos entre todos los demonios. Astaroth subió a la higuera y comenzó a recoger la fruta.
-“También quiero llevarme la bota de vino. Beberemos todos por el camino. Pruébalo y dime qué te parece” –y diciendo esto le alcanzó la bota al diablo, quién la rechazó por si se trataba de alguna argucia del herrero y se la pasó al diablo que tenía al lado, que no era otro que el diablo Leonardo, inspector general de la brujería y la magia negra y esté comenzó a beber.
-“Quiero también llevarme mi dinero. Todo mi oro”
-“Jajajajajaja, viejo avaro… no lo necesitarás allí en el infierno pero si ese es tu deseo lo llevaremos. Se pudrirá contigo, jajajaja” – rió el diaple y ordenó al viejo diablo Asmodeo que metiese la mano en el agujero para sacar el oro.
-“Bueno por último, siéntate aquí y espérame mientras me pongo mis mejores galas”
El diaple se sentó en el banco riendo mientras el herrero muy lejos de meterse en la habitación contigua para vestirse lo que hacía era salir de la casa tan tranquilo. Silbando una alegre tonadilla.
El diablo enfadadísimo se dispuso a levantarse y darle al herrero una buena lección pero…oh, oh..
Las peticiones de la Virgen hacían efecto sobre él y no era ni de lejos tan poderoso para sobreponerse a ella. No podía levantarse del banco por más que lo intentaba.
-“¡ Leonardo, imbécil ! Deja de beber ahora mismo y ve tras él.  ¡ Tráemelo !”
Pero el demonio Leonardo no podía abandonar aquella ridícula postura por más que lo intentaba.
-“¡ Astaroth ! ¡ Rápido baja de esa higuera y atrapa al herrero! ¡ Se escapa !”
No obstante el viejo diablo no podía bajar de la higuera. Le fue completamente imposible. No veáis lo ridículo que quedaba aquel diablo allí encima del árbol.

Grabado representativo del diablo Astaroth en la higuera de Calcena

-“¡ Asmodeo, corre !, deja el dinero y ve tras el herrero. Quiero esa alma y no se me escapará !”
Aunque como ya podéis suponer, Asmodeo tampoco podía sacar la mano del yunque.
Los cuatro diablos estaban atrapados en la herrería y ya comenzaban a temer que nunca jamás podrían salir de allí cuando el herrero y una multitud llegaron camino abajo.
El herrero y todo el pueblo de Calcena llegaban a la herrería.
A Astaroth los niños le tiraban piedras y se burlaban de él mientras que el diablo allí subido a la higuera blasfemaba y perjuraba.
Cuanto más gritaba el diablo, más se reían los niños. Más pedradas tiraban.
A los otros tres diablos, la gente del pueblo les dio tal paliza que ni tan siquiera el Arcángel San Miguel les había propinado jamás. El herrero hizo prometer al diaple que se marcharían y que jamás regresarían Calcena ( y mucho menos a por su alma) y el diablo, prometiendo esto, quedó libre y los cuatro, desaparecieron del lugar por siempre jamás.

 
La herrería


domingo, 28 de febrero de 2016

"El Dugo". El terrible dragón de Castillonroy



En la población de Castillonroy habitaba hace muchos años un terrible dragón volador.
Era conocida esta bestia como “El Dugo”
El Dugo habitaba en una cueva en lo más alto de la población y por medio de algún extraño conjuro estaba al servicio de los señores feudales de la zona y cuando algún campesino no pagaba los impuestos, los diezmos correspondientes o de algún otro modo llegaba a ofender o enojar a los señores, estos le lanzaban al Dugo.

Dragones escondidos en cuevas, también en nuestra mitología popular

El monstruo, surgía volando desde su cueva y devoraba al infeliz en un abrir y cerrar de ojos.
La fiera no era muy grande pero sí muy poderosa y temida. Cada noche salía de su cueva y sobrevolaba la población.
Para recordar a todo el mundo quién era el auténtico señor allí. Para infundir el temor y el pánico entre aquellas pobres gentes.
Sus dientes eran puntiagudos como la más picuda de las dagas. Sus garras eran lacerantes como el más fino de los cristales.
Y su hambre y su sed de sangre eran atroces.
Su crueldad no conocía límites y el Dugo, aunque se cree que hechizado pues estas bestias no obedecen de buena gana a nadie, disfrutaba de los encargos de su señor.
De vez en cuando, siempre en la oscuridad de la noche, la bestia secuestraba a alguna joven muchacha preferiblemente doncella y se la llevaba a su cueva para devorarla o incluso al castillo quien sabe si para ser víctima de algún satánico ritual o para ser desvirtuada allí mismo por el malvado señor.

Castillonroy desde "La cueva del Dugo"

Una noche de San Juan, mágica donde pueda haberlas, los vecinos de la población subieron a la cueva y le prendieron fuego. Cuando la criatura salió al exterior para poder respirar, entre todos, lo mataron. Con palos, con piedras con navajas, algunos de ellos incluso a golpes acabaron con la vida del dragón y se dice que la sangre que emanó de la terrible bestia llegó a manchar toda la población de rojo.
De ahí vendría el nombre de Castillonroy.
Los señores del castillo, después de este ejemplo de ciudadanos exaltados, decidieron dejar más tranquila a la población
pues ya se sabe que “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…”

Los vecinos acabaron con la bestia



domingo, 21 de febrero de 2016

Los Romeros. Poderosos exorcistas aragoneses.



En el rito de los espiritados de Santa Orosia, en la mayor parte de las ocasiones, los exorcismos eran realizados por cófrades aunque en algunas ocasiones, cuando la complicación del exorcismo era extrema, se recurría a los Romeros.
Estos Romeros eran hombres del campo. Hoscos y rudos. No temían al diaple pues se sabían bien protegidos.
Iban ataviados con una capa raída, de color gris blanquecino como la ceniza recién sacada del hogar.
Siempre llevaban un sombrero de pastor y un báculo en cuyo extremo incrustaban una pesada cruz de hierro macizo.

Un Romero a finales del Siglo XIX

Vivían de la limosna y aunque era de gran utilidad contra los espíritus también eran temidos pues se creía que sus conjuros eran tan potentes que eran capaces de expulsar al mismo Satanás del cuerpo de un gentilhombre.
Cuando recibían limosna, cantaban alabanzas al Señor con voces átonas y completamente macabras.
Se dice que era un espectáculo terrorífico y dantesco.
Los romeros obligaban a besar la parte alta de la cruz de hierro a los endemoniados y ninguna podía resisitirse a sus órdenes.
Cuando el Romero comenzaba el conjuro, se ataba fuertemente los zapatos y se anudaba los dedos de las manos. De este modo cuando el atacado comenzaba a convulsionarse, signo inequívoco de que el demonio se manifestaba, el Romero sabía que a imitación de el mismo, el diaple iba salir a través de los pies y las manos del enfermo.

Los Romeros no utilizaban el Rituale Romanum

Conforme aumentaban los alaridos del endemoniado aumentaban los golpes del Romero contra el suelo con pies y manos hasta que los zapatos y los nudos de los dedos saltaban y esto significaba la total liberación del pobre espiritado.
Imaginaos la locura y la histeria colectiva a cada nudo que saltaba de la mano del Romero, significando con ello la expulsión de un demonio. Los gritos del poseso, mezclados con los de horros de las mujeres, con los gritos del Romero, con los cantos del resto de Romeros, con los rezos del párroco, con los cantos y bailes de la gente, con el bullicio maléfico del gentío.
Digno espectáculo que ahuyentaría a los demonios y sin duda… a los que no son demonios también.

En plena acción

domingo, 14 de febrero de 2016

Santa Magdalena. Una ermita cátara en el Matarraña

El Matarraña es la comarca turolense que tiene como capital administrativa Valderrobres y como capital cultural Calaceite. Es en esa zona, en una lugar conocido como "Los altos de la moleta" donde podemos encontrarnos con la ermita de Santa Magdalena.

Los altos de la Moleta

El enclave sin duda es majestuoso. La ermita está adosada a un gigantesco abrigo rocoso y a pesar de todos los cascotes e infrestructura completamentes desparramados por el suelo, puede valorarse la belleza de antaño.
La ermita está digamos "cristianizada" pues hay algunas pruebas en el interior que nos indican que no fue precisamente el cristianismo su primera consagración.
La planta es ovalada y podemos apreciar en ella además bastantes cruces templarias.
Los estudiosos del tema nos comentan sin lugar a dudas, que fue un centro cátaro.

Entrada a la ermita

La consagración de la ermita a María Magdalena, transportadora del Santo Grial nos indica lo mismo.
Muy cerquita de la entrada hallamos una derruida construcción con una puerta con símbolos sagrados y un par de agujeros a modo de ventanas. Seguramente estamos en la casa del ermitaño.
La cima de la meseta además posee la forma de un altar, no deja de ser una mágica coincidencia, no es cierto ?
Los Albigenses o Cátaros utilizaban grutas y cuevas para sus ritos y en algunos casos llegaban a fortificarlas como es el caso de numerosas de éstas, halladas en el sur de Francia y de ésta propia.
Pensamos que utilizaron este enclave de poder cuando tuvieron que huír precipitadamente de la mágica comarca del Languedoc.
Y porqué no... algunos de ellos, recayeron en Aragón. Tierra mágica y misteriosa, como la suya propia.
Y tierra con tanta tradición griálica como la de los propios cátaros.

Calaceite...

...y Valderrobres. Las dos capitales
 No entraremos al menos en esta ocasión en hablar sobre el secreto de estos Cátaros. De estos "hombres buenos", pues la naturaleza del grial no está descubierta a día de hoy.
Será la "Sangre Real"y con ella la descendencia de Jesucristo, una niña llamada Sara ?
Será la magnífica copa de José de Arimatea que contuvo la sangre de Cristo y que fue buscada por el Rey Arturo hasta el fin de sus días ?
Será el Santo Cáliz que tras su largo paso por Aragón descansa en la catedral de Valencia ?
Será...
Lo que sin duda es, es el gran secreto de los Albigenses. El secreto por el cual dieron la vida, masacrados ante los caballeros cristianos y exterminados por herejes ante la Santa Iglesia.
Y aquí en Aragón, aquí en el Matarraña nos queda su legado.
Impresionante.

Exterminio de los Cátaros





domingo, 7 de febrero de 2016

Un platillo volante en el arcén



Lo sucedido aconteció en medio de esa “fiebre” OVNI que invadía España al final de la década de los 70.
Es el mismísimo J.J.Benítez el que se hace eco de este caso y lo publica en su libro “La punta del Iceberg
El testigo en cuestión viajaba con su mujer y los dos eran realmente igual de escépticos en estos temas. Él, un joven industrial zaragozano, conducía el coche y el matrimonio salía de cenar de un conocido restaurante de la localidad aragonesa de Esquedas.
El Seat 124 de nuestro testigo se quedó literalmente sólo en la carretera cuando algo fuera de lo común, le ocurrió a la pareja de declarantes.
Era ya noche cerrada, y cuando llevaban más o menos unos dos kilómetros conducidos con las luces largas, pudieron observar a un individuo en la cuneta, que les hacía señas para que parasen el coche.
Podía haber sufrido una avería y por supuesto, nuestro hombre se dispuso a detener el vehículo.
Conforme se iban acerando al individuo algo parecía no... “funcionar” correctamente…
Aquel tipo era extremadamente alto y llevaba un atuendo realmente muy extraño. Tanto, que la esposa de nuestro testigo se asustó de tal modo que le rogó a su marido que no parase el coche.
-“Cómo no voy a parar a estas horas, mujer,. Pobre hombre

La prensa se hizo eco del asunto !

El hombre esperó a que el coche se detuviera a su mismo lado y entonces se agachó para ponerse a la altura de la ventanilla e hizo señas a la mujer para que bajase la misma, pero ella tan sólo accedió a bajar una rendija. Estaba literalmente horrorizada.
Nuestra pareja se percató de que aquel hombre medía más de dos metros, aunque de cualquier modo y a través de la rendija, fue nuestro testigo el que comenzó la conversación.
-“¿ Qué tal, que necesita ?”
El extraño personaje les dijo al conductor y a su mujer que necesitaba una llave de mecánico.
Nuestro protagonista no recuerda qué tipo de llave le pedía, no era una llave inglesa, tenía otro nombre pero al principio me dijo “llave de mecánico”.
Como el hombre vio que la pareja estaban realmente muy nerviosos trató de tranquilizarlos y les dijo literalmente:
-“No se asusten. Soy el Doctor Flor. De Barcelona”.
El caso es que el gigante, según nuestro testigo, no tenía acento catalán ni de ningún otro lado tampoco, su castellano era perfecto. El chófer le preguntó al extraño personaje, que le contase qué tipo de avería tenía, que quizás podría echarle una mano y el hombre alto le contestó un escueto: “Es difícil”.
Nuestros amigos ya estaban aterrorizados por la imponente estatura de aquel personaje y por los extraños ropajes que ellos calificaron como “nada visto en este mundo” pero ahora es cuando se terminaron de horrorizar.
Al fondo, sobre un campo, había un extraño artefacto semicircular con “toda la pinta de una nave espacial”, con extrañas lucecitas intermitentes de muchos colores. Nuestros protagonistas no perdieron más tiempo y salieron disparados de allí. Y es que el fenómeno OVNI es así en muchas ocasiones. Rozando lo totalmente absurdo, como por ejemplo que un extraterrestre te pida una llave para arreglar su nave espacial.
Y son además éstas absurdeces, las que hacen de cada caso un fenómeno terrorífico, ¿ no creen ?.
Heraldo de Aragón inmortalizaba esta historia en Junio del año 83.

También se averían los OVNIs ?