Tenemos esta historia perfectamente datada pues es
precisamente el día 1 de Marzo del año de 1258 cuando el señor de aquella zona,
Don Gil de Ambrosillo hizo una espectacular donación a los religiosos del Monasterio de la
Orden de la Merced.
Donó la ermita de la Virgen, la finca y las tierras que
colindaban.
El imponente Monasterio del Olivar... |
...y la ermita ! |
Cercanas a la ermita había unas tierras con unos pocos
olivos y es precisamente sobre uno de ellos donde se apareció la Virgen al
pastor Pedro Novés.
El olivo fue venerado desde entonces y gozó de una increíble
popularidad llegando a producir milagrosas sanaciones y favores a los fieles
que acudían a rezar bajo sus ramas.
En el año 1614 Tirso de Molina llegaba a escribir un relato
sobre el milagroso olivo aragonés.
La alegría duró hasta la guerra civil del año 36. En ese
duro momento de nuestra historia, las tropas republicanos le prendieron fuego
al olivo junto con una antigua talla de la Virgen.
Una de estas barbaridades que se hacen en las guerras.
Años después se plantó otro, para que el culto y la ilusión pudiesen
seguir pero… ya no fue lo mismo.
Romería al olivo poco antes de la guerra |