En la calle Diego Dormer número ocho, actual sede del
archivo histórico provincial de Zaragoza, se sabe que habitó un duende bastante
molesto.
La casa es nada más y nada menos que el palacio de los
Huarte una espectacular mansión palaciega del siglo XVI.
Actual entrada al Palacio de los Huarte |
Aunque se desconoce quiénes fueron los primeros habitantes
de la mansión, sí se tiene constancia de
que cuando la casa era habitada por los Marqueses de Nibbiano, es cuando el
duende comenzó a manifestarse.
El duende se manifestaba ante cualquier visita pero sobre
todo al Marqués de Huarte, último propietario del palacio a principios del
siglo XX..
La verdad es que lo tenía martirizado.
Mucho cuidado con los duendes malignos ! |
Se dice que el duende emitía terribles estruendos en
cualquier parte de la casa y que cuando alguien llegaba a la habitación de
marras, no había ocurrido nada y en ese momento se podía escuchar otro gran
estruendo en otra sala u otro piso.
Una vez incluso, el Marqués notó cómo el duende le daba un
tremendo bofetón en la cara.
Las tinajas, tiestos, jarrones y vajillas se caían y rompían
sin motivo aparente.
Por las noches los pasillos eran recorridops por unas
pequeñas pisadas a toda prisa, pisadas que cuando alguien salía para mirar,
desaparecían misteriosamente.
Las puertas y ventanas podían abrirse y cerrarse a su antojo
y sobre todo, cuando más miedo pasaban los Marqueses e invitados era cuando el
duende hacía girar los ojos de una estatua de San Bruno situada en la capilla
del palacio y que los Marqueses tenían en la familia desde hacía siglos.
Estatua de San Bruno. Os lo imagináis ? |