Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular

domingo, 3 de junio de 2018

L´home choto de la Guarguera



Una de las más tristes leyendas de nuestras montañas es la del Hombre Choto.
L´home Choto, el hombre cabra.
Se llamaba Mamés y se creía que era hijo de una pastora y de algún ser mitólogico, como un fauno o uno de esos espíritus caprinos y paganos de nuestros bosques.
Hubo quien aseguró que el padre de Mamés no era otro que el diaple. El mismo diablo.
El hombre choto se crió con su madre en las montañas y al poco de nacer ya tenía todo el cuerpo prácticamente cubierto de pelo. De un espeso pelo negro duro y brillante bajo el sol.
A la vez que aprendió a andar, adquirió una extraña habilidad. Mamés tenía la destreza de trepar por los riscos con tanta pericia o incluso más  que las cabras. 
De ahí, le vino el sobrenombre de Home Choto.

Leyendas sobre Hombres-Cabra, tenemos desde tiempos paganos

Mamés era feliz con su madre aunque tenía que cuidarse de esconderse del resto de habitantes de la zona pues algunos se asustaban cuando lo veían y otros incluso le insultaban, se reían de él o le lanzaban alguna pedrada.
Eran las muchachas especialmente las que se reían de él y Mamés por eso se ocultaba de la gente.
En una ocasión, bajando al rebaño hasta Molino de Villobas, Mamés se encontró con lo inesperado.
Antes de llegar al pueblo, en una fuente, se encontró con una joven. La más bonita que jamás el había visto e intentó esconderse sabedor de que la muchacha se reiría de él.
A partir de aque día, Mamés bajaría todas las tardes hasta los pueblos de abajo. Se acercaba a la muchacha todo lo que podía siempre a escondillas y al anochacer, volvía a su cueva y allí quedaba toda la noche recordando a su amada. Recordando su olor que era como el de las flores recién abiertas.
En una de las ocasiones, el hombre choto, tan absorto como estaba mirando a su amada hizo un chasquido al pisar una rama y esta lo oyó.
 La joven escuchó el sonido del frágil  tronco y se giró, dándose tiempo a ver a Mamés que de un gran salto, se ocultaba tras unas zarzas.
“¿ Por qué te escondes ? No voy a hacerte nada ¿ Quién eres ?”
Preguntaba la joven extrañada. El hombre choto salió de la zarza haciendo una estupenda cabriola y la muchacha rió de buena gana.
Era la primera vez que alguien no se burlaba ni se asustaba del aspecto de Mamés y este en ese mismo instante se enamoró ciegamente de la joven.

Molino de Villobas

Mamés acudía cada día al encuentro de la muchacha y disfrutaba tan solo de estar a su lado.
Mamés dejó de cazar. Mamés dejó a su rebaño. Lo soltó.
Tan solo quería estar con ella. Por las noches, en la soledad de la cueva suspiraba pensando en la muchacha y esperaba impaciente la salida del sol para correr a su lado.

Ella le proporcionó aquellos días la comprensión que tan solo su madre le había dado.
Por vez primera en su vida, Mamés era completamente feliz. Su alma estaba plenamente radiante.
Una madrugada, la joven se marchó. Se marchó para siempre, pues su familia  partía de la zona, y la muchacha decidió no decirle nada a l´home choto, ni tan siquiera despedirse, para no causarle dolor.
Mamés buscó a la doncella por todos los caminos. Por todas las cuevas de la Guarguera, por todos los rincones del último de los bosques del lugar pero no halló ni tan siquiera un pequeño rastro de su olor, Nada.
Había desaparecido para siempre.
Se dice que Mamés enloqueció.
Por las noches las gentes de por allí, veían su silueta saltando de risco en risco como un animal.
Con la furia y la fuerza de una bestia herida y una noche, no se sabe cómo, ocurrió lo que jamás había ocurrido.
Mamés cayó al vacío en uno de sus brincos imposibles.
No se supo si le falló el pie pero el caso es que el hombre choto se precipitó al vacío desde lo más alto del monte Canciás y se partió el cuello muriendo allí mismo.
Nunca jamás Mamés había fallado un salto. Se dijo que que terminó voluntariamente con su vida al no poder vivir con aquel dolor.
Los más crueles dijeron que su padre, que el diaple, había ido a buscar su alma.


Monte Canciás. El último salto de L´home Choto de la Guarguera


domingo, 27 de mayo de 2018

El cadáver viajante




Se dijo en el año 42 del pasado siglo, que la policía había apresado a un hombre que viajaba con un muerto en las maletas.
 ¿ Cómo puede ser eso ? Un poco de investigación nos acerca al Heraldo de Aragón y encontramos enseguida la noticia. Es un hecho real.
En Noviembre de 1942, un agente de la Policía Nacional, inspeccionaba a un viajero del expreso Madrid-Barcelona. Al pasar por Zaragoza el policía pudo observar que las maletas de un individuo resultaban algo más sospechosas de lo normal pues estaban completamente envueltas en mantas y atadas con una gruesa liza.
El hombre se opuso pero ante la autoridad de la fuerza viva tuvo que mostrar el contenido de los bultos.

Nunca se sabe qué puede haber !

Dentro de las maletas había nada más y nada menos que un hombre cuidadosamente cortado en trozos y bien colocado entre el equipaje. El individuo resultó ser un mallorquín afincado en Madrid que tras una disputa había asesinado a su rival en una cuestión de amoríos y como no sabía cómo deshacerse del “muerto”, (nunca mejor dicho), lo partió, lo empaquetó y se lo llevaba para Barcelona.
Al final los dos se quedaron en el barrio de Torrero por lo que parece.
Uno en el cementerio y el otro… en la cárcel.

Cárcel de Torrero en los años 30

domingo, 20 de mayo de 2018

Marlboro aragonés ?



Pues puede ser. Al menos en parte.
En los años 20 en España tan sólo existía una fábrica de regaliz. Y estaba en Zaragoza.
Y no solo eso, no. ¡ Es que además era la fábrica más grande del mundo !
Esos maravillosos palos de regaliz que todos hemos mascado alguna vez, ¿ recordáis ?
 La fábrica zaragozana se hallaba ubicada en la Calle Asalto.
La fábrica Tur ( éste era su nombre ), podía fabricar hasta 3000 kilos de regaliz al día y exportarlo a países como Francia, Dinamarca, Países Bajos… y por supuesto los Estados Unidos.
Al director de la fábrica Jacques Rohrbachse le escapó una “perla” en una entrevista en el año 1929 y dejó entrever que el regaliz aragonés enviado a Estados Unidos se utilizaba en aquel país para hacer cigarrillos rubios.

Será verdad ?!!?

Aquel impresionante tabaco americano que tenía maravillados a todos los fumadores del mundo, a las estrellas del cine, a los más altos políticos de cada país se elaboraban con regaliz proveniente de pueblos zaragozanos de la ribera del Ebro como Nuez, Alfajarín, Osera…
¿ Sería cierto ?
Hay quien dice que el propio Director General de Tur lo desmintió al poco tiempo.
¿ Pero, sería verdad…?
Nunca lo sabremos. 

Producto zaragozano !

domingo, 13 de mayo de 2018

La batalla de Blesa



El hecho tuvo lugar durante la guerra con los franceses. La guerra de la independencia.
Con tan solo ocho valientes hombres armados contaba la turolense localidad de Blesa para defenderse del ataque de las tropas napoleónicas que iban a llegar.

Blesa

Los ocho guerrilleros se apostaron tras unas rocas con sus viejas escopetas y allí quedaron esperando a que llegase el gabacho.
No tardaron los franceses en llegar al pueblo y al cabo de unas horas, centenares de soldados napoleónicos al mando de un mariscal, avanzaban en cerrada columna en dirección a la plaza.
Los ocho aguerridos defensores dispararon sus enmohecidas escopetas y lograron abatir a tres jinetes que, de certeros disparos en la cabeza, se desplomaban al suelo ya sin vida.

A muerte !

Los franceses quedaron consternados y comenzaron a disparar en dirección a los peñascos donde se encontraban apostados los valientes aragoneses.
Los valerosos guerrilleros escaparon en dirección al pueblo pero uno de ellos se quedó allí encaramado para cubrir la retirada de sus amigos.
Siguió disparando certeramente hasta que quedó sin munición.
Sus disparos se contaban por muertes seguras pues el muchacho era buen cazador y ningún francés escapaba al ojo ni a la escopeta del chico.
El enemigo seguí retrocediendo ante los disparos del muchacho y el mariscal francés envió a toda la caballería.
El chico quedó sin munición y aún tuvo tiempo de abrirle la cabeza a un soldado enemigo agarrando la escopeta por el cañón y partiéndosela en la testa con todas sus fuerzas.
El chico ahora ya sabedos de que sus amigos habían escapado apretó a correr y, con toda la caballería francesa tras él se dirigió a la llamada “Peña del Mundo” y se arrojó al vacío.
Antes muerto que capturado debió pensar el valiente.
En el lugar exacto del suceso, hoy se alza un pilar con una imagen de San Jorge.

 
Pilar de San Jorge en Blesa

domingo, 6 de mayo de 2018

El duende de la Calle Dormer



En la calle Diego Dormer número ocho, actual sede del archivo histórico provincial de Zaragoza, se sabe que habitó un duende bastante molesto.
La casa es nada más y nada menos que el palacio de los Huarte una espectacular mansión palaciega del siglo XVI.

Actual entrada al Palacio de los Huarte

Aunque se desconoce quiénes fueron los primeros habitantes de la mansión,  sí se tiene constancia de que cuando la casa era habitada por los Marqueses de Nibbiano, es cuando el duende comenzó a manifestarse.
El duende se manifestaba ante cualquier visita pero sobre todo al Marqués de Huarte, último propietario del palacio a principios del siglo XX..
La verdad es que lo tenía martirizado.

Mucho cuidado con los duendes malignos !

Se dice que el duende emitía terribles estruendos en cualquier parte de la casa y que cuando alguien llegaba a la habitación de marras, no había ocurrido nada y en ese momento se podía escuchar otro gran estruendo en otra sala u otro piso.
Una vez incluso, el Marqués notó cómo el duende le daba un tremendo bofetón en la cara.
Las tinajas, tiestos, jarrones y vajillas se caían y rompían sin motivo aparente.
Por las noches los pasillos eran recorridops por unas pequeñas pisadas a toda prisa, pisadas que cuando alguien salía para mirar, desaparecían misteriosamente.
Las puertas y ventanas podían abrirse y cerrarse a su antojo y sobre todo, cuando más miedo pasaban los Marqueses e invitados era cuando el duende hacía girar los ojos de una estatua de San Bruno situada en la capilla del palacio y que los Marqueses tenían en la familia desde hacía siglos.

Estatua de San Bruno. Os lo imagináis ?