Dos extraños círculos de casi cuatro metros de diámetro
aparecían en un campo de alfalfa en Tauste
en el año 1982. En el centro de cada uno de ellos había como
un pequeño montón de la citada hierba.
El resto del perfecto círculo parecía haber sido como
quemado o rociado con una sustancia corrosiva. Desde luego no había explicación
plausible y varios investigadores se trasladaron al lugar de los hechos.
Las investigaciones dictaminaron que para matar a la
alfalfa, en caso de ser un producto químico el “asesino”, tendría que haber
sido un tipo de sustancia selectiva. Que se incorporase a la savia de la propia
planta y eso no era fácil de conseguir.
Si el curioso accidente había sido producido por calor o
algún otro modo de irradiación, ahí directamente, el Agente de Extensión
Agraria, se quedaba sin respuestas.
Los dueños del campo no dudaron en ningún momento que se
había tratado de un fenómeno paranormal.
Círculos de las cosechas |
Solo podía haber sido una cosa peor que los extraterrestres…
¡ el diablo !
A los pocos días, se encontraba un testigo del hecho.
Un hombre joven en la cuarentena, les explicaba esto a los
periodistas e investigadores:
“Yo ví como una rueda
de camión muy grande. Y de color butano.
Era gigantesca. Vino
desde Castellar a casi casi ras de tierra y aterrizó más o menos en Cascajos.
Yo, cuando ví que
venía hacia mí, me metí corriendo dentro de un campo de maíz”.
OVNIs o luces populares ? |
Doce años antes, en Ejea de los Caballeros (bastante cerca
del lugar de Tauste), se producían unos fenómenos similares. El 29 de Septiembre, el pastor Don Cayetano
Marcos, salió corriendo del campo donde pastaban las reses corriendo a toda
velocidad ovejas, perro y pastor hasta esconderse aterrorizados.
El hombre fue recogido después tirado en una cuneta en la
carretera de Remolinos y murió a los pocos días sin lograr articular ni una
sola palabra.
En la era donde pastoreaba a las bestias, aparecieron las
mismas marcas que en Tauste.
¿ Qué loco terror se apoderó del pobre Cayetano…?
Ahora puede que nunca ya lo sepamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario