En todo el territorio aragonés tenemos leyendas e historias sobre túneles que
comunican
iglesias y castillos.
Algunas de estas historias son mágicas y heróicas y algunas
otras, algo más humanas y con fines “conquistadores” pero no de fortalezas ni
castillos sino de hermosas doncellas.
La ciudad de Zaragoza sin ir más lejos está repleta de
túneles y pasadizos, gran mayoría de ellos confeccionados en tiempos de los
romanos.
Pasadizo secreto |
En el castillo de Sádaba, preciosa localidad de las Cinco
Villas se dice que hay oculto un pasaje que comunica con la iglesia y con la llamada "Casa Cortés" y en él,
oculto, se halla un grandioso toro de oro.
El castillo de Mirando posee dos túneles también ambos
directos al Ebro.
Antiguamente utilizados como vía de escape o
aprovisionamiento en caso de asedio, los túneles del castillo de Daroca aún
podían visitarse hace pocos años.
También se cree que en las galerías secretas y larguísimas que
comunican entre sí los castillos de Cedrillas y Monteagudo, hay enterrado un
magnífico tesoro.
Entre el castillo de Cedrillas... |
...y el de Monteagudo, uno de los túneles más largos del territorio |
Otra de las leyendas aragonesas nos cuenta cómo algunos
monjes del monasterio de Rueda, por un pasadizo secreto que discurría por
debajo del rio Ebro, podían en la oscuridad de la noche pasar a la población de
Escatrón a hacer vete a saber lo que harían…
Se sabe que un céntrico restaurante zaragozano situado en la
Calle Sevilla posee un sótano excavado a mano del cual parte una galería
actualmente tapiada que probablemente conduce en dirección
al Ebro. Lo conocéis...?
Uno de los pasadizos más afamados en Zaragoza es el que
siempre se ha dicho que conduce desde la iglesia de Santa Engracia hasta los
sótanos de la basílica del Pilar.
Se cree que ese pasaje subterráneo es el túnel-madre del
que parten algunos de los pasadizos más importantes de la ciudad.
Aunque también pasadizos subterráneos naturales y muy
impresionantes tenemos en Aragón, no son tan espectaculares como los
artificiales, siempre excavados a mano y con fines ocultos.
Muy importante es por ejemplo todo el Sistema de las Fuentes
de Escuaín con sus imponentes galerías.
Otro de estos entramados naturales es de el Sistema de
Arañonera, que llega hasta las profundidades de Bujaruelo en sus casi 40 kilómetros
de pasadizos y grutas siendo con esto uno de los tres más importantes del mundo
con un desnivel además de casi 1200 metros.
La imponente topografía del Sistema Arañonera |
Aún se busca en Zaidín el secreto pasaje que se sabe
conducía desde el castillo de la localidad hasta la iglesia, pues se dice que
en el 1278, Ramón de Moncada enterró en él un tesoro. No olvidarnos del
buscadísimo toro de oro enterrado en el pasadizo del castillo de Lanaja.
Son muchos los castillos con leyendas de pasadizos,
Alquézar, Loarre, María de Huerva, Aínsa… aunque no todos hayan sido
encontrados ni constatados históricamente.
También en Huesca podemos encontrar un suelo completamente
minado pues las antiguas crónicas así nos lo cuentan.
Desde el ayuntamiento hasta Casa Carderera, del Seminario, a
la Torre de Las Miguelas, y desde Casa Lastanosa, siguiendo el complejo enramado
de túneles, se podía llegar hasta la capilla de la Catedral de San Pedro.
Aún nos queda un fantástico pasadizo secreto que no sabemos
realmente si llegó a existir, pero que en caso afirmativo estaríamos hablando
de una obra de ingeniería sin parangón pues este subterráneo uniría los ocho
kilómetros y medio que distan el imponente castillo de Montearagón con el
centro de Huesca.
¡ 8,5 Kilómetros de pasadizo subterráneo ! |
También en Montalbán se cuenta que los moros hicieron unos
túneles secretos y escondieron tesoros en ellos.
En la misma localidad, lugar donde actuaba el famoso
bandolero llamado “El Greñicas”, se cuenta cómo tras sus fechorías, escapaba
siempre por uno de los subterráneos de la población que comunicaban la plaza
con el rio y de allí, se escondía en su cueva.
Atención especial merece este documento de “El correo de
España” fechada en 1 de Julio de 1894:
“El preso que se fugó el día 10 de mayo y que se halla en la
actualidad en la se Sigüenza
se llama Juan Espes
Rubio conocido como “El Greñicas” natural de Montalbán (Teruel) y tiene
pendientes varias penas, entre ellas una de cadena perpetua, otra de treinta
años por robo y asesinato y se ha fugado además de diferentes cárceles. Es de
admirar su pericia y su práctica”
"El Greñicas" Oleo de Antonio Irisarri |
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