La leyenda nos sitúa en Tramacastilla de Teruel. Durante la
época de la reconquista.
Se dice que a la cueva, bajaba todas las mañanas la hija del
rey moro del Castillo de la Peña, situado en lo alto del monte.
Ruinas del castillo en lo alto de La Peña |
La joven se lavaba y peinaba cada día en la orilla de la actual
acequia.
Hasta que llegaron las tropas cristianas su vida transcurrió
feliz.
Una mañana unos soldados descubrieron a la joven cantando a
la orilla del agua y decidieron seguirla sigilosamente.
La joven regresó al castillo a través de la cueva por un
secreto pasaje que muy pocos conocían.
Los soldados contándole al capitán lo sucedido ascendieron
rápidamente y éste, convino tapar la salida de la cueva y someter al castillo a
un asedio.
Interior de "La Cantamora" |
Con el castillo rodeado los moros no tendrían más remedio
que rendirse pues al no tener ya la salida secreta, nada podrían hacer para
conseguir agua y alimentos.
Era más sencillo esto que entrar luchando a través del túnel
y además de este modo se evitaban bajas en el ejército cristiano.
El efecto dio resultado. Los moros no se rindieron jamás
pero murieron todos de hambre y de sed. Cuando los cristianos forzaron las
puertas del castillo se encontraron con una inmensa ciudad-cementerio llena de
cadáveres y enfermedad.
Se dice que aún hoy, puede escucharse cantar a la hija del
rey desde el interior de la cueva, aunque son muy pocos los que se adentran en
ella pues ha habido casos de misteriosas desapariciones en el interior de la
misma.
En algunas leyendas las moricas o encantarias, pueden ser sustituidas en otras versiones por bellas sirenas |