En la localidad turolense de Bronchales, cerca del cementerio,
al lado del lugar de poder denominado “Fuente del hierro”, encontramos la
entrada a una pequeña sima.
Es la conocida como “Cueva del dragón”.
Se dice que hace muchos años, un terrible y gigantesco
dragón habitaba en ella y causaba el terror entre los habitantes de la zona pues
no era el ganado de lo que se alimentaba la fiera, no.
Aunque en contadas ocasiones la criatura no desestimaba el
llevarse algún cordero a sus fauces, lo que realmente le gustaba era devorar a
los habitantes del lugar. Así era su crueldad.
La cola del dragón era capaz de derribar a más de una docena
de hombres completamente armados y sus escamas eran más fuertes y poderosas
que el mejor de los escudos de cualquier metal conocido.
Por esto nadie se atrevía a enfrentarse a él y la supremacía
de aquel horrendo ser brillaba ante todo
y todos.
"Los dragones habitan en cuevas" (Herodoto) |
Los habitantes del lugar estuvieron toda una temporada
dejando en la entrada de la cueva todo tipo de reses para que las
devorase y no sintiera más apetito durante el día para poder dejar vivir a las
gentes mas… la reses comenzaron a escasear en pocos meses.
Los habitantes de Bronchales, aterrorizados como estaban,
decidieron pedir ayuda a los vecinos de la población de Orihuela.
Orihuela era famosa por la gran calidad de la forja de su
herrería y entre los dos pueblos comenzaron a forjar armas.
En pocos meses espadas, lanzas y dardos letales estaban ya
fabricados y a disposición de los habitantes de Bronchales.
Antigua herrería de Orihuela |
Los vecinos de la localidad y varios también de Orihuela subieron
decididos hasta la entrada de la cueva del dragón y esperaron agazapados que la
bestia saliese a la superficie.
El dragón a los minutos, cautamente asomó tan solo la cabeza
a la entrada de la cueva y el exaltado vigía dio anticipadamente la señal
convenida.
“¡ Muerte al dragón, muerte al asesino !”
La bestia, ante aquel griterío se enfureció bastante más que
de costumbre y ante la incesante lluvia de piedras que caía sobre él, lanzando
un terrible bufido, se internó en la oscuridad de la cueva.
El vecindario se envalentonó al ver esta retirada del
monstruo y entraron en tropel para acabar con la vida de la bestia.
Tal y como entraron, desde la oscuridad surgió la cola del
dragón como un látigo del infierno y con rápidos y devastadores movimientos en zigzag
acabó con gran parte de los aldeanos, cuyos cuerpos ya sin vida, rodaban por el
suelo gasta la entrada de la cueva.
Hubo algunos que consiguieron herir a la bestia incluso un
leñador consiguió cortar un trozo de una de las terribles garras de la criatura
pero muchos hombres perecieron en aquella cueva y el improvisado ejército tuvo
que escapar hacia el pueblo.
Entrada a la "Cueva del Dragón" |
Pasaron muchos meses y nadie se atrevía a repetir la misión.
El dragón había tardado en dar señales de vida pero volvía a las andadas tanto
robando reses como devorando a alguna muchacha o campesino de vez en cuando.
Un viejo ermitaño que vivía en la zona, convenció a los
aldeanos de que para conseguir éxito en la misión, había que utilizar el poder
purificador del fuego y los aldeanos idearon un plan.
Una noche volvieron a subir ala cueva y amontonaron tal
cantidad de leña a la entrada que los bosques cercanos a la caverna, tardaron
años en recuperarse de tal tala.
Prendieron fuego a la inmensa pila y la mantuvieron encendida
durante tres días y tres noches. El dragón no dio señales de vida. Y así ha
seguido hasta hoy.
Varias teorías se han comentado al respecto.
En primer lugar, se creyó que el dragón había perecido asfixiado
por el humo pues aunque muy poca gente es la que se ha adentrado dentro de la
pequeña sima, nadie volvió a sabe de la bestia.
Una segunda teoría nos expone que a la muerte del dragón, su
sangre manó de tal modo que se fue a mezclar con las corrientes de agua
subterráneas y es precisamente desde entonces que el agua que mana de la fuente
tiene ese extraño sabor a hierro. A óxido. De ahí el nombre de “Fuente del
hierro”
La mítica "Fuente del Hierro" en Bronchales |
La tercera teoría aparece cuando los lugareños, los más
valientes del a zona, se introducen en la caverna para explorarla en busca de
algún posible tesoro y se encuentran con que no es tan pequeña ni tan simple
como ellos pensaban.
Encontraron un sinfín de túneles naturales y pasadizos que
nadie sabe hasta dónde conducen e incluso una salida al final, cercana a la misma
herrería de la población de Orihuela.
Se cree, que el dragón, actualmente aletargado, espera
pacientemente el momento de su venganza.
Aguarda en este impresionante refugio de más de siete
kilómetros de largo bajo tierra.
Prorroga el momento.
Tranquilo.
Descansando...
Soñando con venganza.
Y con sangre.