Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular

domingo, 26 de noviembre de 2017

El OVNI que aterrizó en Osera



El 16 de Mayo del año 1950, ya se había avistado un extraño “platillo volante” aterrizar en los Pinares de Venecia. Por supuesto las investigaciones no revelaron nada interesante.
Casi 40 años después, el hecho ocurría de nuevo.


Febrero de 1988. Localidad de Osera.
El vecino Enrique Carreras. F, regresaba a su casa tras una dura jornada laboral como profesor.
El espectáculo que aconteció fue de tal magnitud, que tanto su vehículo como todos los camiones y demás automóviles que transitaban por la autopista, se detuvieron asustados en el arcén. Se detuvieron para poder contemplar aquel misterio que aún hoy, queda como un auténtico “expediente X” .
Una gran bola como de fuego, seguida de una incandescente estela caía aparentemente despacio desde el cielo.
Eran las siete de la tarde y una gran humareda negra, quedó en el cielo cuando aquel misterioso haz de luz se estrellaba probablemente en la localidad de Osera.
Todos los vecinos de pueblos muchos kilómetros alrededor de percataron del fenómeno.
Vecinos de Osera, de Pina, de Fuentes, todos ellos habían podido contemplar el fenómeno. Horas más tarde toda esta parte de España se encontraba en plena “alerta OVNI”. El objeto había sido visible en Toledo, en pueblos de Teruel, en Burgos, en Soria, en Castellón.
Rápidamente una suerte de investigadores se presentaba el Osera para poder investigar el fenómeno.
Expertos científicos ya preparaban sus cábalas sobre el tipo de meteorito que había caído mas… pronto esta teoría se vería defenestrada.

Pues un meteorito... va a ser que no !

Varios investigadores apuntaron que un meteorito no podría verse desde sitios tan dispares y alejados entre sí y que además la trayectoria del artefacto no era rectilínea.
Una vecina del zaragozano barrio del Picarral alertó a la radio, al haber visto una extraña furgoneta blanca sin ningún logotipo ni matrícula totalmente cargada de aparatos electrónicos y ahora sí, los investigadores del fenómeno OVNI, se pusieron manos a la obra.
La furgoneta levantó sospechas y recordó a todos los investigadores y ufólogos a los denominados “hombres de negro” que aparecen en estos casos presuntamente extraterrestres.
Tanto los aficionados como la guardia civil de la zona investigaron el lugar concienzudamente sin lograr encontrar ni un solo pedazo de meteorito, ni señal de aterrizaje de ningún aparato. Una vez más, las fuerzas vivas se topaban con lo imposible. Aquel objeto había aterrizado allí sí o sí y sin embargo nada parecía indicarlo.
En la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza trataron de cerrar el caso alegando que era muy usual el aterrizaje de estos pequeños meteoritos aunque luego no se encontrase nada inspeccionando el terreno.
Era demasiado tarde. En todo Aragón ya se hablaba del aterrizaje de aquellos “marcianos”.
Tanto desde el aeropuerto de Zaragoza como desde el de Manises se constató la presencia del objeto el día 3 de Febrero. La misma tripulación del 45 grupo de las fuerzas aéreas pudo ver el objeto luminoso.

Aterrizó un OVNI en Osera...?

Carlos Bogdanich, reportero de Radio Heraldo investigó el caso personalmente sin poder hallar nada, mientras que un testigo aseguró haber visto al objeto en llamas flotar a unos cinco metros del suelo.
Muchos investigadores piensan que la nave extraterrestre aterrizo dentro de la laguna que hay cerca de la localidad y que posiblemente allí siga.
Qué piensan ustedes ?

domingo, 19 de noviembre de 2017

La morica encantada del Arco de la Hoz



De esta encantaria tenemos constancia desde tiempos medievales.
Tenemos la leyenda perfectamente localizada en la localidad de Frías de Albarracín.
Muy cerca al barranco de la Hoz, pastoreaba un mozo con sus ovejas. Era un buen lugar con buenos prados para el apacentamiento del ganado y el mozo solía llevar allí a las reses.
Allí mismo junto al barranco hay una pequeña balsa a la cual el pastorcico una mañana se acercó para beber agua.
Cuando se agachó para beber agua, contempló en el reflejo de la misma una imagen que jamás olvidaría.
Una preciosa muchacha se reflejaba sobre él.
¡ Era una preciosa mora !
Se asustó y se giró para poder verla bien. Era una muchacha joven de pelo y ojos negros y expresión triste.
La chica vestía con sedas claras y llevaba en el pelo una gran peineta que parecía ser de oro y piedras preciosas. Una peineta digna  de la más poderosa de todas las reinas moras.
El pastor se quedó inmóvil. Sin saber cómo reanimarse ante aquella visión y la morica, viendo la reacción del chico, le preguntó:
Pastorcico. Qué te gusta más… ¿ la peineta o yo ?”
El pastor, simplón como era, que no podía apartar la vista ante aquel tesoro dorado, le contestó:
A mí… me gusta mucho tu peineta…”
Y en lo que dura un parpadeo, la preciosa mora desapareció ante los ojos del mozo.
El muchacho terminó el día de faena como pudo… Sin dejar en ningún momento de acordarse de aquella muchacha y de la peineta de oro.
¿ Habría ocurrido todo realmente…?

Balsa en el Barranco de la Hoz

Con estos pensamientos, el pastor se marchó a dormir y al día siguiente, pastoreando la zona, en la misma balsa, se le volvió a aparecer la muchacha.
Allí estaba ante él. Con aquella singular belleza y con aquella peineta que relucía y reflejaba los rayos del sol tornándolos multicolor.
La morica preguntó al pastor lo mismo que el día anterior.
Lo mismo.
Pastorcico. Qué te gusta más… ¿ la peineta o yo ?”
El pastor, también asustado en esta ocasión tan solo pudo balbucear:
La peineta… es… muy bonita…”
La mora desapareció de nuevo. En esta ocasión el mozo sabía que no había soñado nada y estuvo rondando por la balsa intentando encontrar a la muchacha pero sin éxito alguno.
A la mañana siguiente el pastor se dirigió a la balsa directamente y tal y como él pensaba, la morica apareció al poco rato y le volvió a realizar la misma pregunta de los días anteriores.
Pastorcico. Qué te gusta más… ¿ la peineta o yo ?”
En esta ocasión el pastor recordó leyendas sobre moras encantadas que te ofrecen la probabilidad de conseguir grandes tesoros. ¿ Y si la fabulosa peineta era uno de estos tesoros moros ?
¿ Y si la morica no era otra que la mora encantada de la cercana Fuente Mentirosa que le estaba dando al joven la posibilidad de hacerse rico ?
El pastor no dudó ni un segundo y con estos pensamientos en la cabeza le dijo a la muchacha:
“¡ La peineta ! ¡ Me gusta mucho esa peineta !”
La morica rompió a llorar amargamente y poco a poco se fue difuminando en el aire para no volver a aparecer nunca jamás.
Ahora el joven comprendió lo ocurrido.
Pero ya era tarde.
En efecto la morica era una mora encantada y probablemente que guardase un tesoro como todas estas encantarias de las leyendas... pero sin embargo el pastorcillo no supo romper el hechizo que la ataba.
Probablemente… condenándola para siempre.

Casi imposible sucumbir a los encantos de las moricas aragonesas

domingo, 12 de noviembre de 2017

El tesoro enterrado de Cuevas de Cañart



También ésta población turolense cuenta con su tesoro moro.
Por supuesto no se ha encontrado todavía y ahí lo tenemos, esperando a ser rescatado para hace riquísimo al explorador.
Hay en la localidad un singular paraje conocido la “Garrocha Cañarda” y en este lugar nos encontramos los restos de unas curiosas tumbas y resto de civilización musulmana e íbera.
Los lugareños conocen el yacimiento como “Las fosas de los moros”

Las "Fosas de los moros"

La leyenda cuenta que una anilla de oro señala el lugar exacto donde hay que excavar para localizar el tresoro que enterraron los moros hace siglos pero también nos cuenta que la anilla no está siempre a la vista y que el logre verla, no puede apartar la vista de ella en ningún momento pues de otro modo, la anilla desaparecerá y tardará años en volver a aparecer. Se sabe que hace años, unos pastores encontraron la anilla de oro en el suelo, entre las “fosas de los moros” y señalando el lugar con sus chaquetas, fueron corriendo al pueblo a por instrumentos para poder cavar. Cuando llegaron las chaquetas ya no podían señalar nada puesto que habían desaparecido y la anilla con ellas.
Cavaron y cavaron por la zona de las fosas pero sin éxito alguno.
Ya se sabe que el poder de estos gnomos, genios, duendes, moros... que guardan los tesoros es muy grande !

Cuánto oro enterrarían estos moros en Aragón...?

También se cuanta la historia de dos amantes que paseando por el lugar encontraron la anilla y conocedores de la historia de los pastores y no queriendo repetirla, el mozo hizo que la chica se quedase allí, mirando y señalando la anilla con su dedo mientras él iba al pueblo, a casa de su tío a pedirle herramientas de trabajo y ayuda.
Tras mucho insistir y ver que el tío no le hacía caso, el chico volvió al lugar donde su amada señalaba la anilla.
Nunca jamás se volvió a ver a ninguno de los dos.
Hay quien dice que los moros encargados de velar el tesoro hicieron que la pareja traspasara la tierra y permaneciese de por vida enterrada junto al tesoro, en ese mundo feérico que tan pocos mortales conocen.

Cuevas de Cañart

domingo, 5 de noviembre de 2017

Tras las huellas del caballo del Cid



Los caballos de los grandes héroes siempre dejan alguna huella cuando se trata de estos saltos mitológicos a los que nos tienen acostumbrados.
Babieca no podía ser menos y tiene varios saltos en magníficas huidas en las que pudo ayudar a su señor a escapar siempre de un número increíble de enemigos.
Una de las huellas de Babieca la tenemos localizada en la población de La Iglesuela del Cid. Magnífico nombre el de esta población para esta leyenda, ¿ verdad ?
El Cid estaba librando una gran batalla enfrente de la que hoy es conocida como la ermita de la Virgen del Cid ( casualmente también ), en la ya desaparecida población de Torrenubes.

La Virgen del Cid
Hubo un momento en el que el número de enemigos era tal que el Cid se encomendó a Dios Nuestro Señor y arremetió contra todo el ejército musulmán él solo, sabedor de que esa tarde llegaría su muerte.
Pero no. No arremetió solo.
Sus plegarias fueron escuchadas por los cielos y de repente apareció cabalgando a su lado nada más y nada menos que el mismísimo apóstol Santiago sobre un caballo blanco y portando la cruz de San Jorge.
Los musulmanes huyeron aterrorizados y las huellas de la tremenda arremetida tanto del caballo de San Jorge como de Babieca quedaron grabadas en la tierra para siempre.
En el lugar se erigió un hito en honor al Santo patrón de España.

El peirón de La Iglesuela del Cid

"La huella de Babieca" en la ermita de la Virgen del Cid

También este legendario corcel dejó sus huellas entre otros lugares en la población de Calanda.
En esta localidad, el Campeador, rodeado de enemigos tuvo que huir y ante la inmensa crecida del rio Guadalope, su caballo no tuvo otro remedio que dar un formidable salto atravesando el rio por los aires y cayendo en una roca que ahora llaman “La pata del caballo”.
Tanto el puente como el arco que dan acceso a la población, serían bautizados como “El puente del Cid” y “El Arco del Cid”.
No podía ser de otro modo.

La impresionante leyenda del Cid, presente en todo el terrotorio aragonés