Esconjuramiento

Santa Bárbara bendita.
Que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.
Líbrame de las centellas y del rayo que crepita.

Esconjuramiento aragonés. Popular

domingo, 11 de diciembre de 2016

La Peña del rayo



En Tosos, a orillas del Huerva tenemos una leyenda muy bonita y curiosa.
La totalidad del casco urbano está recubierto de las humildes casas todas apelotonadas unas contra las otras, como pugnando por ganarse un pequeño sitio. Los tejados de las casas se elevan discretamente hasta la falda de las peñas.
Tosos y sus peñas

Las peñas son un modo de “hongos” de tierra que a primera vista dan incluso miedo.
Pues asemejan imponentes gigantes que, surgidos de las entrañas de la tierra parecen desafiar a las leyes de la gravedad y amenazar a los vecinos con el derrumbe sobre sus hogares en cualquier momento.
Una de ellas incluso, ha sido bautizada como “La peña Chiquita” precisamente debido a lo colosal de su altura pues casi alcanza los treinta metros de alzada.

Peña "Chiquita"

Algo más abajo, en el pintoresco pantano de las Torcas se dicen que hace muchos años, durante una impresionante tormenta, un tremendo rayo cayó en aquel paraje y fue a dar contra una montaña que entonces había.
La potencia de la electricidad fue tal, que la montaña quedó hecha astillas completamente y provocando un inmenso alud de piedra y destrucción sepultó a un pobre pastor y a todo su rebaña que se había detenido para guarnecerse de la terrible tempestad.
Jamás se encontraron los cuerpos del pastor ni los de las ovejas tampoco. Hay quien dice que se transformaron en el inmenso paraje de peñas y piedras que levantándose hacia el cielo, parecen clamar justicia por aquella muerte tan injusta.

Pantano de las Torcas...

...y Peña del rayo

domingo, 4 de diciembre de 2016

"El cuarto de los moros" en Torrellas



Cuenta la leyenda que en el zaragozano paraje de Torrellas, había un tremendo pasadizo desde tiempos de los moros.
Todas las casas arrancan directamente desde la carretera y en una suave pendiente. Incluida su maravillosa y pintoresca plaza mayor.

Plaza mayor de Torrellas

Se cuenta incluso que en uno de los edificios de la particular plaza de porches pintorescos e irregulares pernoctó el rey Felipe IV de camino hacia Ágreda.
Es curiosamente allí mismo donde se cree que permanece oculto todavía lo que llaman “El cuarto de los moros”.
Un tremendo pasadizo que en tiempos de los musulmanes, fue en varias ocasiones utilizado por estos para poder escapar en caso de peligro o para poder controlar el grano en caso de cualquier asedio, pues el túnel comunicaba directamente con el molino de la localidad.

Antiguo molino. Estará aquí el tesoro ?

No han podido encontrarse a día de hoy las entradas a este pasaje subterráneo pero no será porque no se hayan buscado, no. Pues en 1610, cuando el rey Felipe III decretó la total expulsión de los moriscos, se dice que estos, escondieron en los túneles un gran tesoro con la intención de regresar más tarde a buscarlo, cosa que jamás llegó a ocurrir.
¿ Estará el subsuelo de Torrellas lleno de oro ?
¿ Hay un tesoro escondido en el pueblo esperando a ser descubierto desde hace cuatrocientos años ?
¿ Por qué no ?

Túneles y pasadizos secretos. Siempre evocadores de mitos y leyendas

domingo, 27 de noviembre de 2016

El curandero de Torrelapaja



En la localidad de Torrelapaja, exactamente en la Casa-Hospital de San Millán, habitaba un curandero muy afamado.
El fenómeno del curanderismo ha estado muy arraigado en nuestra tierra y los lugareños de aquí y de allá nos hemos desplazado en ocasiones varios cientos de kilómetros a causa de la fama del curandero de este o el otro pueblo.
Y muchas veces con éxito.

El fenómeno del curanderismo místico, extendido en todas las culturas existentes

Pues los poderes o sabiduría o quizás “dones” de estos hombres sabios, la mayoría de las veces sin tan siquiero estudios básicos son impresionantes.
Tal era el caso del curandero santero de Torrelapaja.
Le traían al hombre los niños enfermos.
Niños quebrados. Crebaos, que se decía entonces y él los curaba. Los sanaba. Curaba a niños que los médicos tradicionales los habían dejado por casos imposibles.

Localidad de Torrelapaja

Casa-hospital de San Millán

El santero recibía en la casa visitas todos los días. Desde todos los pueblos de Aragón e incluso de fuera, de Cataluña, de Soria, acudían las familias para que sanara a sus hijos y estos, regresaban a casa completamente sanos.
El curandero vendaba completamente el cuerpo del niño como si de una pequeña momia se tratase.
Una vez realizado este acto, procedía a su pesaje en una balanza. Una romana.
En el otro extremo de la báscula se colocaba aceite y había que equiparar el peso del niño con los litros de aceite.
El santero bendecía el óleo y ungía con él al niño. Por todo el cuerpo. Con tanto aceite como kilos pesaba la criatura.

Aún hoy en Aragón existe la tradición del pesaje de niños con trigo...

...o aceite, como en Torreciudad

El aceite que sobraba era destinado el culto de San Millán.
Al niño se le quitaban las vendas y se le lavaba cuidadosamente.
Y… ya había sanado.
Los poderes de los curanderos, hombres sabios ya casi desaparecidos.

domingo, 20 de noviembre de 2016

El escudo de Maella



Año 1439, la leyenda nos sitúa en una época exacta, y nos cuenta como en la localidad de Maella en Zaragoza, gobernaba un señor feudal cruel.
Un auténtico tirano. (Ahora por lo menos nos roban disimulando, pero antaño ni eso).
Se cree que el tirano fue Don Manuel de Ariño
Desde lo alto del castillo que vigila la población, Ariño hacía y deshacía a su antojo.

Lo que queda en la actualidad del imponente castillo de Maella

La cuestión es que los ciudadanos del pueblo se rebelaron contra él e intentaron expulsarlo.
Después de un par de días de guerrillas e intentos vanos y varias tristes muertes, el señor de la localidad salió victorioso pues aunque no era un gran ejército lo que poseías, sí que era suficiente para derrotar a aquellos aldeanos, más valerosos y aguerridos que efectivos en realidad.
Una vez sofocada la revuelta, el tirano dictó una sentencia para dar ejemplo al populacho y que jamás volviese a repetirse un acto parecido.
La sentencia era terrible.
El cabecilla de la revuelta ciudadana sería ejecutado. Le cortarían la cabeza por la mañana en la plaza del pueblo.
La prometida del joven, una hermosa muchacha, trató de interceder y le suplicó al tirano que no matase a su novio. Le imploró por la vida del chico y le prometió que haría cualquier cosa que le pidiesen por salvar a su amado.
Ariño, cruel y malvado como era y percatándose de la belleza de aquella muchacha le dijo:
“El único modo de que le perdone la vida al revolucionario es que me concedas tu mano”
La muchacha entristecida accedió y esa misma tarde, el joven fue puesto en libertad y el tirano comenzó a pensar en los preparativos para su boda con la preciosa moza.

Señores feudales. Déspotas e injustos en la gran mayoría de los casos

Pero ocurrió lo impensable. Uno de esos actos que pueblan el leyendario de pueblos indómitos y valerosos como el aragonés.
La muchacha se amputó la mano ella misma y se la envió al tirano en una bandeja.
Dicen que el déspota cuando la vio comenzó a gritar “¡ la mà d´ella, la mà d´ella !”
La mano de ella.
Y al poco tiempo la villa pasó a llamarse Maella.
Incluso la mano de la valiente muchacha aparece en el escudo de la localidad.
El tirano suavizó mucho su comportamiento desde aquel día y la muchacha, aunque manca, se casó con su prometido.

Bandera y escudo de Maella

domingo, 13 de noviembre de 2016

El pozo de los Aines

Grisel es un precioso pueblo cerca de Tarazona, en la zona del Moncayo.
Tienes atractivos suficientes como para realizar una buena visita como pueden ser su castillo del siglo XIII, la iglesia, la ermita... pero por encima de todos está el fabuloso pozo de los Aines.
Había, en tiempos de los moriscos, una familia en Grisel a la que llamaban "Los Aines", era la familia de un moro rico. 

Moriscos en España
Se habían quedado en España convertidos al cristianismo pero claro, de igual modo que si a muchos de los cristianos los obligaran a convertirse al credo musulmán, en secreto seguirían en su fé, también los moros lo hicieron así y este patriarca de Los Aines no hacía gran caso de los mandamientos católicos.
El caso es que como era muy rico, las autoridades tampoco le decían nada, pero el pueblo estaba ya cansado de los privilegios del viejo Ain.
Corre la datación en el año 1535. Un Domingo el viejo moro, desoyó el mandamiento de ir a misa los Domingos y lo que hizo fue irse a trillar a una de sus eras con un criado.
No era la primera vez que lo hacía y los habitantes de la población completamente ofuscados le dijeron al cura que esto no podía seguir así y que si el moro practicaba una falsa fé, había que castigarlo.

Población de Grisel...

...y su espectacular castillo medieval
No hizo falta la intervención del párroco.
A las pocas horas del hecho, se escucho un grandísimo estrunedo en todo el pueblo, el ruido fue ensordecedor.
Un gran agujero se había abierto en la era del Ain y mientras trillaba se había tragado al moro, al criado, a las caballerías, el trillo y todo alrededor.
La población completamente asustada, tardó tiempo en acercarse al lugar pues achacaban el hecho a un castigo divino y ya sabemos que... no hay que bromear con lo divino.
Desde entonces y para siempre, el lugar será conocido como "Pozo de los Aines"

Pozo de los Aines